Nicaragua ha sido objeto, de Estados Unidos, de invasiones, ocupaciones, sanciones…


Actividades y funcionarios nicaragüenses denunciaron ante el Tribunal Internacional de los Pueblos las agresiones de los Estados Unidos con Nicaragua a lo largo de la historia.

Por Radio La Primerísima


En su intervención el diputado Wilfredo Navarro Moreira condenó que Nicaragua ha sido objeto, por parte de Estados Unidos, de invasiones, ocupaciones, intervenciones, sanciones, acosos políticos, legales, comerciales, militares, financiamiento y entrenamiento de mercenarios, bloqueos y minado de puertos, terrorismo y todo tipo de sabotajes.

A continuación, palabras textuales:

A lo largo de toda nuestra historia, Nicaragua ha sido objeto, por parte de Estados Unidos, de invasiones, ocupaciones, intervenciones, sanciones, acosos políticos, legales, comerciales, militares, financiamiento y entrenamiento de mercenarios, bloqueos y minado de puertos, terrorismo y todo tipo de sabotajes. Hay que recordar que Estados Unidos ha agredido e intervenido en más de 400 ocasiones a países en el mundo desde su independencia en 1776. La mitad de ellos entre 1950 y 2019 y el 25% después del fin de la guerra fría. Con lo que demuestra dicho país su espíritu imperial e injerencista.

Al ser Nicaragua un país pobre, las sanciones y agresiones de Estados Unidos, dificultan su desarrollo, y ponen en peligro la vida de la población más vulnerable, niños, niñas, mujeres. Afectando el esfuerzo de reducción de la pobreza que se realiza en nuestra Patria. Y como ha declarado las Naciones Unidas, “Dichas medidas coercitivas unilaterales, son ilegales, porque castigan a toda una población por desacuerdos entre gobiernos. Se ha demostrado que las sanciones causan sufrimiento y muertes en todo el mundo y son una forma de guerra económica. Quienes sufren su impacto son los más pobres y vulnerables. Al igual que las agresiones militares son usadas para derrocar gobiernos que no responden a los intereses del invasor. Dichas agresiones incluyen, como ya definimos y es necesario repetir: Invasión filibustera, agresiones armadas, imposición de gobiernos y patrocinio de dictaduras, financiación de ejércitos mercenarios, bloqueos y embargos comerciales y económicos, etc., etc., etc.

En el caso de Nicaragua, Estados Unidos ha llegado al máximo del paroxismo político, al declarar al país como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos de América. ¿Qué amenaza podríamos ser, si el gasto militar de Nicaragua es de 70 millones de dólares al año y el gasto militar de Estados Unidos fue de más de 877,000 millones de dólares en 2022, que es el 39% del gasto militar mundial. Siendo el más alto del mundo, tres veces más la cantidad gastada por China, que es el segundo país que más gasto militar tiene?

Ha sido más de un Siglo y medio de acosos y agresiones de todo tipo. Nicaragua es víctima y presa histórica de todo tipo de agresiones de Estados Unidos. Hemos sido blanco de su injerencismo, casi de manera permanente. Por lo que haremos un recuento pormenorizado de dichas agresiones. Si hablamos de ellas debemos partir del año:

1854: Con la “Fiebre del oro en California, europeos y aventureros escogieron la ruta por Nicaragua para llegar a la ciudad de San Francisco. El norteamericano Cornelius Vandervilt, quien era socio de Alexander Knox, Secretario de Estado de Estados Unidos, presionó en Nicaragua para que le dieran la concesión de la ruta por Nicaragua, La compañía que crearon fue la Compañía del Tránsito y no se perdía, ya desde esa época, la visión del Canal Interoceánico por nuestro país. En ese año se les quiso imponer impuestos a un barco de Vanderbilt, lo que provocó que la Marina de Estados Unidos bombardeara y destruyera el Puerto de San Juan del Norte. Así se arreglaban las cosas con el Imperio. Sin respeto a la soberanía de los pueblos. El ejército de Estados Unidos imponía su voluntad a países soberanos, garantizando y defendiendo los intereses de ciudadanos estadounidenses en otros Estados, agrediéndolos indiscriminadamente.

1855: En medio de una guerra civil en el país, aunados a las ambiciones de Cornelius Vanderbilt concesionario de la ruta del tránsito en el lago de Nicaragua, se propició una invasión filibustera, dirigida por William Walker, quien era apoderado de los intereses de los banqueros de los Estados Unidos (Morgan y Garrison). Walker era un esclavista sureño, símbolo de la política del “Destino manifiesto en Estados Unidos, que pretendía anexar territorios de otros países, con esclavos para expandir el poder de Estados Unidos. Al poco tiempo Walker, en Nicaragua, se había apoderado de parte del territorio nacional y se hace nombrar Presidente, pretendiendo hacer de Nicaragua un Estado más de Estados Unidos. Incendia y arrasa la ciudad de Granada, establece la esclavitud en el país, declara el inglés como idioma oficial, asumiendo el control sobre la circulación de vapores en el Río San Juan y el Lago de Nicaragua, con los que trae más filibusteros que le apoyarían en sus aspiraciones de conquista. Al llamado de Walker acudieron al país muchos aventureros y mercenarios, ilusionados con la perspectiva de un enriquecimiento rápido. El gobierno de Estados Unidos presidido por el presidente Franklin Pierce avala las acciones de Walker y es reconocido como Presidente de Nicaragua. Al final el pueblo de Nicaragua con el respaldo de Centroamérica lo derrotan y logran expulsarlo de Centroamérica

1894: Barcos de Estados Unidos intervienen militarmente en el Puerto de Bluefields con el supuesto objetivo de proteger los intereses norteamericanos. Pero que en realidad era para proteger a una de las partes en un conflicto armado interno en el país.

1909: El gobierno nacionalista de José Santos Zelaya, fusila a dos mercenarios de Estados Unidos, culpables de participar en acciones armadas contra Nicaragua. Estados Unidos dirige una nota, conocida como la “Nota Knox”, en la cual amenaza al Presidente Zelaya y declara abiertamente el derecho de intervenir en los asuntos internos del país. Ante la amenaza de más guerra y la intervención de las tropas extranjeras, Zelaya abandona el poder. Debemos hacer notar que el Presidente Roosevelt, le notificó al Presidente Zelaya, que el propósito de Estados Unidos era convertir el Río San Juan en un canal interoceánico y la voluntad de establecer una base naval en el Golfo de Fonseca. Esta voluntad imperialista provocó el rechazo del Presidente Zelaya y no hizo ninguna concesión al respecto. Por lo que comenzaron a socavar el gobierno, organizar revueltas, que al amparo de los fusiles de Estados Unidos, derrocarían al gobierno e instalarían un gobierno obediente a los dictados de Estados Unidos.

1910: A la caída del Presidente Zelaya, Estados Unidos instaura un gobierno supeditado a sus intereses, presidido por Adolfo Díaz. Los norteamericanos ocupan otra vez el país para sostener al debilitado gobierno de Adolfo Díaz. Se firmaron los llamados Pactos Dawson que significaron el asentamiento de la hegemonía norteamericana en Nicaragua, expandiéndose al resto de la región que se consideraba sensible a sus intereses. Esta intervención prácticamente duró hasta 1925 pues Estados Unidos proporcionó una fuerza militar, para garantizar la estabilidad interna, creando de facto un protectorado en Nicaragua. Recordemos al Presidente Taft que decía: “No está distante el día en que tres estrellas y tres franjas, en tres puntos equidistantes delimiten nuestro territorio: una en el Polo Norte, otra en el Canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur. El hemisferio completo de hecho, será nuestro en virtud de nuestra superioridad racial, como es ya nuestro moralmente”. Los gobiernos impuestos por Estados Unidos, prácticamente les cedieron los intereses económicos del país a los banqueros de Nueva York. Con dichos gobiernos se entregaba el control financiero, del Estado, creándose mecanismos mediante los cuales el gobierno recibía préstamos de Estados Unidos, para funcionar como Estado y para, principalmente, poder pagarles las deudas. A cambio de esos préstamos se entregó a los banqueros norteamericanos: el 51% de las acciones del Ferrocarril Nacional. El 51% de las acciones del Banco Nacional. El control de la recaudación de aduanas por lo que los ingresos del gobierno por impuestos, eran administrados por una comisión especial compuesta por dos norteamericanos representantes del Departamento de Estado y uno de los banqueros de Nueva York, y uno de Nicaragua, el Ministro de Hacienda. Esta concesión decidía cómo gastar, qué gastar y a quién pagar, todo decidido por los miembros de Estados Unidos. En resumen se pagaría primero a los banqueros y deudores externos, los reclamos de extranjeros por indemnizaciones, pérdidas o daños. Lo poco que quedaba al final sería para pagar los gastos del Estado y los proyectos del país. Prácticamente, como dice el doctor Álvaro Argüello, “El país era un país intervenido, sin vida propia, sin poder auto determinante, tanto en su economía como en las finanzas, como en su gobierno, ejército. Era un país sin personalidad. En definitiva, quien manejaba el gobierno, dirigía la política nacional y resolvía los asuntos del país, era el embajador norteamericano en Managua. Toda la política nicaragüense estaba dirigida por el “Gran Hermano del Norte”.

1912: El país está ocupado totalmente por Marines de Estados Unidos y con barcos de guerra en el Puerto de Corinto. Hay una resistencia armada por varios meses de patriotas nicaragüenses contra la intervención y al final, en octubre, muere en combate el Héroe Nacional Benjamín Zeledón. Consolidándose el gobierno títere norteamericano.

1914: Emiliano Chamorro, como Embajador en Washington y Adolfo Díaz, como Presidente fantoche de Nicaragua, suscriben el acuerdo internacional impuesto por Estados Unidos, conocido como Tratado Chamorro-Bryan, del 5 de agosto de 1914 en Washington, siendo el Presidente norteamericano Thomas Woodrow Wilson. Por ese tratado oprobioso Nicaragua concedía a perpetuidad a Estados Unidos, libre de tasa o impuesto público, los derechos exclusivos para la construcción operaciones y mantenimiento de un canal interoceánico por el Río San Juan o cualquier otra ruta en el territorio nacional. Se daba en arriendo por 99 años islas en el Caribe Sur y la concesión del derecho de establecer una base naval en cualquier lugar de Nicaragua. Dicho convenio entreguista de soberanía lo hacía una Nicaragua ocupada totalmente por los Marines Yankees.

1926: Los Marines permanecieron en el país hasta 1925, pero tras su marcha se iniciaron nuevos conflictos armados contra el gobierno, que impusieron y dejaron gobernando los Marines. Por lo que nuevamente invaden y ocupan Nicaragua. La revolución triunfante liberal, liderada por el General José María Moncada, se arregla y pacta con Estados Unidos, que garantiza la presidencia Moncada, traicionando la revolución. Ahí surge la figura del General de hombres y mujeres libres, el General Augusto C. Sandino, que desconoce los acuerdos y se alza en armas contra Estados Unidos. A los ocupantes Yankees les resulta imposible derrotar a Sandino en las montañas y salen del país, pero dejan organizada a una fuerza militar nicaragüense llamada Guardia Nacional. Sandino es atraído a unos acuerdos de paz y el jefe de la Guardia Nacional, Anastasio Somoza, por órdenes recibidas del embajador de Estados Unidos, Arthur Bliss Lane, asesina a Sandino el 21 de febrero de 1934 y la eliminación de su Ejército Defensor de la Soberanía Nacional. Los Marines salen de Nicaragua, en 1933, pero queda en su representación la Dinastía de los Somoza y su Guardia Nacional, que fueron los últimos Marines en Nicaragua. Somoza García había estudiado en Estados Unidos, hablaba inglés y era incondicional de Estados Unidos. Con lo que se le da continuidad al sometimiento al imperio. Siendo además instrumento de influencia de Estados Unidos en Centroamérica.

1979: La dictadura de los Somozas se sostiene hasta 1979 y se derrumba, derrotada por el pueblo encabezada por el FSLN, el 19 de Julio. Estados Unidos nunca soportó al gobierno sandinista y bajo la presidencia de Jimmy Carter se inician los intentos de sabotaje que comienzan con formas diplomáticas y económicas. Bajo el gobierno de Ronald Reagan, la guerra y la violencia fue el método escogido. Por 8 años Nicaragua estuvo atacada por la “Contra” que era el ejército que organizó Estados Unidos, formado a partir de la desintegrada Guardia Nacional de Somoza. Desataron una guerra total de actos terroristas, sabotajes colocando minas y bombardeos por todo el país.

1983: Es escalada y aumentada la guerra de los contras, con acciones violentas y destructivas: con medidas militares sofisticadas, se dañan los descargues de petróleo en Puerto Sandino. Se bombardeó el Aeropuerto Internacional y otros lugares. La CIA entregó aviones y armas a la Contra y tomó el mando directo de las operaciones de sabotaje e inteligencia. Se destruyeron tanques de combustible en el Puerto de Corinto y se afectó la infraestructura del puerto, se evacuó a la población. Las acciones terroristas fueron dirigidas por la CIA con mercenarios de Estados Unidos.

1983–1988: Se derriban 14 aviones Contras. Se captura al piloto mercenario norteamericano de la CIA Eugene Hasenfus y continúan los actos terroristas y de destrucción de la infraestructura. Tratando de quebrar económica y militarmente al Estado nicaragüense.

1984: Nicaragua demanda a Estados Unidos ante la Corte Internacional de La Haya, acusándolo de violentar las normas fundamentales del derecho internacional al apoyar a los contras, entre otros señalamientos. La corte, el 27 de junio de 1986, falló a favor de Nicaragua con 15 votos a favor, uno en contra, y condena a Estados Unidos a indemnizar a nuestra patria. Los daños de la agresión ascendieron, en esa época, a 17,000 millones de dólares, que a valor presente ascienden, ahora, a más de 50,000 millones. Estados Unidos desde que se dio el fallo, de una manera soberbia e inmoral, se ha negado a pagar. Es importante puntualizar que la Sentencia favorable a Nicaragua de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, estableció por primera vez la obligatoriedad del cumplimiento de los principios de No Intervención, No uso de la fuerza y del respeto a la soberanía de los pueblos.

1985: La guerra de agresiones continúa. Estados Unidos decreta un embargo comercial contra Nicaragua y el minado de los puertos y las aguas del país. Acciones que son realizadas directamente por militares de Estados Unidos. Estalla el escándalo Irán – Contra, donde se descubrió que la CIA vendía armas a Irán (Contraviniendo el bloqueo a Irán decretado por las Naciones Unidas) y con el dinero obtenido se apoyaba a la contra. También se pagaban armas con cocaína y se desviaban armas a la contra y a otros países.

No podemos olvidar que la agresión criminal que hizo Estados Unidos a Nicaragua, causó más de 50,000 muertos, miles de lisiados, daños profundos a la economía que dejó una nación en escombros. Desde ahí nos hemos levantado.

1990: Se dan elecciones presidenciales y las gana la oposición al FSLN. Dicha oposición recibió de manera directa todo el apoyo de Estados Unidos en lo económico, logístico y técnico, por intermedio de la CIA y las otras agencias norteamericanas. Desarrollan una campaña internacional y a lo interno de desprestigio y vilipendio al FSLN, para lograr el triunfo electoral.

2006–2018: El FSLN recupera el poder al triunfar en las elecciones presidenciales del 2006. Estados Unidos reinicia sus agresiones y sanciones al país, presionando desde el inicio para derrocar al gobierno. Se unió a la oposición a la cual patrocinó para buscar cómo desestabilizar la economía y difundir el miedo entre los nicaragüenses. Se han desatado agresiones legales para afectar la economía. Así tenemos la Ley Nica-Act, la Ley RENACER, que son un sabotaje político y económico a través de sanciones. Se estableció sanciones a funcionarios, bajo la Ley de Poderes Económicos Internacionales de Emergencia, o el Orden Ejecutivo 13851, que nos califica como amenaza para Estados Unidos. Además se pretende cortar los accesos a Nicaragua de dinero de los organismos internacionales. Además de las votaciones en el Congreso que permanentemente están pidiendo más sanciones a Nicaragua.

2018: Estados Unidos financió, promovió e impulsó un golpe de estado fallido, que causó graves daños a la economía nacional y daños humanos. A través de ONGs que organizaron, las usaron para lavar dinero e introdujeron al país millones de dólares para desinformar a través de las falsas redes sociales y medios de comunicación, con la intención de crear una falsa sensación de caos, desestabilización y terror. Posteriormente financiaron los tranques en todo el país, en carreteras, caminos y ciudades, a los que el pueblo llamó “Tranques de la muerte”, que fueron usados para tratar de paralizar al país. Desencadenando además fuera del país una campaña de desinformación mentiras y falacias. En el fallido golpe, los terroristas destruyeron escuelas, hospitales, centros de salud, alcaldías, viviendas, etc. Hubo saqueos, destrucción de edificios públicos, tratando de crear una sociedad y un estado en desorden, para derrocar al gobierno. Los tranques fueron nidos de violencia, extorsión, muertes, torturas, asesinatos, violaciones. Toda la actividad de terrorismo y violencia fue financiada, coordinada y supervisada por Estados Unidos y sus organismos de inteligencia.

Todo lo dicho es un resumen, un brevario, de la historia de agresiones, chantajes, sanciones, por parte de Estados Unidos contra el pueblo de Nicaragua. Son un pequeño testimonio histórico, donde muchas cosas no han sido desarrolladas con la amplitud que requieren por la premura del tiempo. Son pinceladas que reflejan la dimensión de la barbarie desatada por Estados Unidos contra el pueblo nicaragüense a lo largo de la historia.

Quisiera terminar mi testimonio con unas palabras de Carlos Fonseca Amador, fundador del FSLN, quien tenía una visión clara del injerencismo e imperialismo de Estados Unidos en su tiempo, dijo: “Junto con el saqueo de las riquezas nacionales, el imperialismo estadounidense se ha propuesto disponer a su antojo de la posición geográfica de Nicaragua y utilizar el país, como base de agresión contra varios pueblos de América Latina.

 

Siempre más allá,

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