El presidente del Banco Central de Nicaragua, Ovidio Reyes, afirmó
que el país está mejor preparado para confrontar riesgos y
desequilibrios, por las grandes capacidades y ahorro que se han
desarrollado.
Por Consejo de Comunicación y Ciudadanía
Durante la lección inaugural en la Universidad Nacional Politécnica,
recordó que la afectación económica originada por la pandemia del COVID
19 impactó a todas las economías en el mundo, entre ellas la
nicaragüense.
Indicó que la pandemia tensionó a todo el país y motivó a que las
prioridades nacionales en políticas públicas se enfocarán en garantizar
la continuidad del aparato social y productivo. Para ello, la política
de asegurar la movilización de la fuerza laboral, sin confinamiento
forzado, evitó la parálisis de las actividades del país y que se
mitigaran las pérdidas de empleos, protegiendo sanitariamente a la
población.
Señaló que como resultado de una política fiscal balanceada y
monetaria consistente, se lograron sostener los balances macro
económicos y el resultado final fue favorable para la producción. Las
exportaciones no se detuvieron y continuaron creciendo, aún a pesar de
la gran baja del comercio mundial y de los servicios y de las alzas
continuas de los precios internacionales.
Recalcó que como resultado de esas políticas en los últimos tres
años, el Producto Interno Bruto y el empleo pudieron recuperarse, y en
2024 se puede asegurar que la economía ha logrado consolidarse y
restablecer su senda de crecimiento económico, que ahora se ubica entre
4.0 y 4.5 por ciento de crecimiento por año, como tendencia de mediano y
largo plazo.
Destacó que el modelo económico centrado en la agroexportación, en la
potenciación de las capacidades productivas de los pequeños, medianos y
grandes productores para lograr el objetivo de generación de riquezas y
reducción de la pobreza, ha permitido que la economía haya podido salir
a flote frente a todas las adversidades.
“El modelo económico y la recuperación de la economía de nicaragua, en un entorno de riesgos y desafíos mundiales”
Lección Inaugural
Universidad Nacional Politécnica (UNP)
Ovidio Reyes R.
Presidente del Banco Central de Nicaragua
Buenas tardes.
Doctora Elvira Maritza Andino, Rectora de la Universidad Nacional
Politécnica, autoridades de esta prestigiosa universidad, docentes,
invitados especiales y estudiantes que nos acompañan en esta tarde.
Es un placer para mí haber sido invitado para impartir la lección
inaugural del ciclo académico 2024 de la Universidad Nacional
Politécnica. El tema al que voy a referirme versa sobre “El modelo
económico y la recuperación de la economía de Nicaragua en un entorno de
riesgos y desafíos mundiales”.
Modelo Económico
El modelo económico que durante los últimos años ha venido
implementando en Nicaragua, está alineado y orientado por el Plan
Nacional de Desarrollo Humano (PNDH). Acompañando al PNDH se encuentra
el Programa Económico Financiero que tiene como objetivo central la
generación de riqueza y reducción de la pobreza como elementos
aglutinadores del desarrollo económico y social de la nación. Mediante
este programa se procura alcanzar tasas de crecimiento económico
sostenido y baja inflación, en un contexto de sostenibilidad de las
finanzas públicas, de las cuentas externas y de estabilidad
macroeconómica global, como elementos determinantes para el desarrollo
de las actividades productivas y de la inversión. Se procura también el
aumento de la productividad y competitividad de la economía para
alcanzar mayores niveles de empleo.
El modelo económico en la práctica ha permitido la inserción de
nuestra economía en el comercio global, que es por demás competitivo y
con vaivenes recurrentes, como resultado de los movimientos comerciales y
las oscilaciones de precios, que no obstante, el país ha sabido
confrontar así como aprovechar.
Esta inserción ha hecho que en la práctica prevalezca un modelo
económico con enfoque pro exportador y participativo, en el que
confluyen pequeños, medianos y grandes productores, así como
exportadores, para asegurar la provisión de bienes tanto a nivel
nacional como internacional. El sesgo exportador del modelo económico
descansa en el sector agropecuario, que ha llegado a constituirse en uno
de los principales motores del desarrollo, por su constancia y
resiliencia, manifiesta cuando han ocurrido diferentes perturbaciones,
tanto de orden comercial como sanitarias, como la pandemia. También el
sector de exportaciones de zonas francas complementa aumentando las
exportaciones totales.
Las políticas y acciones incorporadas en el PNDH y el Programa
Económico Financiero, así como el enfoque exportador del modelo
económico, han potenciado el crecimiento económico. Su fortaleza fue
puesta a prueba en los diferentes desafíos que el país ha confrontado.
En el pasado reciente, la afectación económica originada por la
pandemia del COVID 19 impactó a todas las economías en el mundo, entre
ellas a la economía nicaragüense. La pandemia tensionó a todo el país y
motivó a que las prioridades nacionales en políticas públicas se
enfocaran en garantizar la continuidad del aparato social y productivo.
Para ello, la política de asegurar la movilización de la fuerza laboral,
sin confinamiento forzado, evitó la parálisis de las actividades de
nuestro país y que se mitigaran las pérdidas de empleos, protegiendo
sanitariamente a la población.
Como resultado de una política fiscal balanceada y una política
monetaria consistente, se lograron sostener los balances macro
económicos y el resultado final fue favorable para la producción. Las
exportaciones no se detuvieron y continuaron creciendo, aún a pesar de
la gran baja del comercio mundial y de los servicios y de las alzas
continuas de los precios internacionales.
Así, en los últimos tres años, el Producto Interno Bruto y el empleo
pudieron recuperarse y en 2024 podemos asegurar que la economía ha
logrado consolidarse y restablecer su senda de crecimiento económico,
que ahora se ubica entre 4.0 y 4.5 por ciento de crecimiento por año,
como tendencia de mediano y largo plazo.
Nicaragua también ha confrontado riesgos y desafíos derivados del
entorno internacional que se ha visto afectado por los conflictos
geopolíticos, la dislocación comercial y los problemas en las cadenas de
suministros. Los elevados déficits internacionales y su monetización
generaron una mayor inflación mundial que ha impactado en los
consumidores de más bajos ingresos, de forma tal que los precios de los
principales productos internacionales se han ido al alza. En los últimos
informes de los organismos financieros internacionales, los déficits
públicos estarían alcanzando tasas de hasta el 8 por ciento del Producto
Interno Bruto en las principales economías industriales, con
desaceleración de su actividad económica y una recuperación tímida del
empleo.
Por el contrario, nuestro país más bien ha visto una mejora
importante en sus cuentas económicas y financieras. La política fiscal
ha resultado ser balanceada, procurando generar recursos financieros
nacionales suficientes para producir un superávit fiscal. El ahorro
privado también ha crecido y el endeudamiento de los hogares y empresas
ha disminuido. Es decir, el ahorro nacional, tanto privado como público,
se ha consolidado y ha permitido que nuestro país presente en sus
cuentas macroeconómicas un superávit global en la cuenta corriente de la
balanza de pagos, que indica que el ingreso nacional bruto disponible
es mayor que el gasto de consumo y de inversión nacionales.
También en este ambiente de recuperación económica, las cuentas del
sistema financiero son cada vez más robustas. Los depósitos se han
estado expandiendo al igual que el crédito, lo que ha permitido mejorar
los indicadores de riesgo hacia la baja y aumentar las rentabilidades
bancarias. La política monetaria del Banco Central ha asegurado la
liquidez y el funcionamiento de los sistemas de pagos. Por tal razón,
hemos mantenido estable la tasa de referencia monetaria en 7 por ciento,
tasa que guía las operaciones monetarias y financieras que desarrolla
nuestra institución. Esta tasa esperamos mantenerla estable a no ser que
cambien las condiciones monetarias internas e internacionales.
Como consecuencia de lo anterior, el Banco Central ha aumentado sus
reservas internacionales hasta alcanzar niveles históricos que casi
triplican la base monetaria en circulación. Lo anterior permitió que
pudiéramos adoptar gradualmente una política cambiaria más estable, que
nos permitió detener las devaluaciones diarias pre anunciadas y anunciar
un tipo de cambio estable para todo el 2024.
El Banco Central continuará desarrollando instrumentos financieros y
realizando reformas para que toda la experiencia acumulada en materia
de promoción de la estabilidad financiera global la podamos expresar en
mecanismos y programas que nos permita estar mejor preparados para las
futuras tensiones o crisis que pudiera confrontar nuestro país.
Debemos prestar atención y confrontar los riesgos de la economía
internacional. La competencia por los mercados internacionales en el
libre comercio, motivó a los países que perdieron en medio de la
competencia internacional a recurrir al proteccionismo imponiendo trabas
a los mercados, reduciéndose así los beneficios que produce a los
países que están dedicados a producir para el exterior. También se
rompieron muchas cadenas comerciales y se ha producido una reversión al
generarse mercados segmentados.
Por otro lado, los mercados financieros se desestabilizaron, como
consecuencia de las alzas en las tasas de interés que sucedieron de una
política monetaria más restrictivita, y se debe estar atentos a que no
ocurra un nuevo desequilibrio financiero que afecte los costos y el
acceso a los recursos financieros.
Nuestro país debe de adaptarse a este nuevo entorno para superar las
dificultades y salir adelante, aprovechando nuestras ventajas
comparativas. Nicaragua pudo favorecerse positivamente del libre
comercio y aún continúa favoreciéndose de su política de apertura de
mercados. Pero debemos ser prudentes y estar preparados frente a esta
incertidumbre.
Fortalezas
Para entender los órdenes de magnitudes, nuestras exportaciones
totalizan cerca de 8 mil millones de dólares y nuestras importaciones
totalizan cerca de 10 mil millones de dólares, ambas son casi
equivalentes al Producto Interno Bruto que totaliza 17,800 millones de
dólares. El hecho que la suma del comercio global equivalga a nuestro
nivel de producción, representa un grado de apertura sin precedentes, y
es grande cuando se compara con otros países. Indica que nuestra
economía se ha insertado cada vez más en los mercados internacionales,
pero también está expuesta a sus desequilibrios. No obstante, en el
balance neto y por la experiencia reconocemos que la fortaleza de una
economía abierta al comercio supera los elementos de riesgos.
No tenemos la menor duda que las fortalezas que ha desarrollado
nuestro país nos permitirán confrontar con éxito estos desafíos,
incluyendo el del cambio climático que nos afecta directamente por su
incidencia en la agricultura. Pero hoy contamos con una mayor
diversificación de la producción, con un sistema de carreteras
ampliamente extendido por todo el territorio nacional, con mayor acceso a
los servicios de energía eléctrica y agua, mayor acceso a la salud a
través de la nueva red de hospitales y con una población que cada vez se
va capacitando más a través de los diferentes programas educativos
productivos.
La oportunidad que se ha creado en los diferentes campos productivos
y la expansión de la economía, ha facilitado enormemente la
movilización de la inversión extranjera directa que solo el año pasado
en nuestro país alcanzó una cifra récord de 2,500 millones de dólares y
esperamos que esto continúe así durante los siguientes años.
Conclusión
En síntesis, nuestro modelo económico centrado en la
agroexportación, en la potenciación de las capacidades productivas de
los pequeños, medianos y grandes productores para lograr el objetivo de
generación de riquezas y reducción de la pobreza, ha permitido que
nuestra economía haya podido salir a flote frente a todas las
adversidades. Hoy estamos mejor preparados para confrontar riesgos y
desequilibrios, por las ingentes capacidades y ahorro que hemos
desarrollado.
Estamos seguros que con el concurso de todos los nicaragüenses
continuaremos alcanzando mayores resultados económicos, para aumentar el
bienestar de nuestra población.