Leonel Rugama, una juventud que no se rinde, que sueña y construye


«Leonel Rugama representa a una juventud que no se rinde, que sueña y construye una Nicaragua mejor, desde la firmeza de sus ideales».

Comandante Daniel Ortega.

. Diario Barricada

Leonel Rugama Rugama, nació el 27 de marzo de 1949 en el Valle de Matapalos, Departamento de Estelí, Nicaragua, es recordado como uno de los referentes culturales y políticos más importantes en la historia reciente del país. Poeta, seminarista y guerrillero, su legado trasciende y sigue inspirando a centenares de militantes sandinistas.

José Leonel Rugama Rugama, a temprana edad, destacó en talento poético, plasmando en sus versos una profunda pasión por la Revolución. Este compromiso lo llevó a integrarse a la lucha contra la dictadura somocista, dejando una huella imborrable en la historia literaria y política del país.

Durante su infancia, se crió al lado de su abuela, hasta que terminó el quinto grado. Fue entonces que se trasladó a Managua para estudiar en el Seminario Mayor, pero antes debería terminar su sexto grado en el Colegio San Ramón.

Leonel visitaba los barrios más pobres de la capital, lo que despertó en él la conciencia de un cambio que consideraba necesario, soñando un mejor futuro para los nicaragüenses y sobre todo la para la niñez.

Por eso, en 1967 estableció contacto con el Frente Sandinista de Liberación Nacional, iniciando su lucha en las montañas como guerrillero. Durante ese tiempo comenzó a escribir poesía.

Recibió órdenes de trasladarse a León, donde logró matricularse en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León).

En cartas enviadas a su papá, le explicó que su propósito no era terminar una carrera profesional, sino más bien el hecho de aportar a la revolución, integrando el Frente Estudiantil Revolucionario (FER).

De las aulas al compromiso revolucionario

En su obra literaria, Rugama expresó la crudeza de la lucha armada, la esperanza de un pueblo que se resiste a la opresión y la visión de un futuro libre y digno para Nicaragua. Poemas como La Tierra es un Satélite de la Luna se convirtieron en testimonios de su capacidad para plasmar, con profundidad y sensibilidad, las tensiones y aspiraciones de su tiempo. En cada verso, Rugama combinó la denuncia social con una visión esperanzadora, logrando que su poesía trascienda generaciones.

Un luchador incansable

Leonel Rugama no solo se destacó por su labor poética, sino también por su compromiso inquebrantable con la Revolución. A lo largo de su breve e intensa vida, demostró una valentía y entrega que lo convirtieron en un ejemplo para sus compañeros. Su capacidad de liderazgo y su sensibilidad humana lo hicieron parte de la lucha sandinista.

Rugama estaba consciente de la brutalidad de la represión de la dictadura somocista y observaba la condición de miseria en la cual estaba sumida la mayoría de la población. Esta realidad lo impulsó a luchar, con las armas y con la pluma. Su compromiso y su determinación con la causa revolucionaria era total.

Su último acto de heroísmo

Seis meses después de la caída heroica del Comandante Julio Buitrago, Leonel entregaba su vida en circunstancias parecidas. 

De hecho, el 15 de enero de 1970, la guardia somocista localizó una casa de seguridad del FSLN en las cercanías del Cementerio Oriental y la cercó con gran número de soldados fuertemente armados, con apoyo de tanquetas.   En esa casa estaban los jóvenes guerrilleros Leonel Rugama, Roger Núñez y Mauricio Hernández.  En medio del tableteo de las ametralladoras, la guardia les gritaba que se rindieran, los muchachos cantaban el himno nacional y Leonel, les contestó con la misma elocuencia de sus poemas: “¡Que se rinda tu madre!”.  Después fue el silencio, duelo en toda Nicaragua. 

Aquel día marcó su muerte, pero también selló su inmortalidad y legado. La imagen de Rugama defendiendo sus ideales hasta el último momento ha quedado grabada en la memoria del pueblo de Nicaragua como un ejemplo de compromiso y valentía. Su sacrificio personal fue una semilla que germinó en las conquistas logradas por el pueblo de a lo largo de los años.

Un legado que trasciende

Hoy, Leonel Rugama es recordado no solo como un combatiente que dio su vida por la libertad de Nicaragua, sino como un poeta cuya obra sigue inspirando a las nuevas generaciones. Su nombre está presente en el corazón de la Revolución, manteniéndose vivo el espíritu de lucha y compromiso.

La vida y obra de Leonel Rugama se erigen como un faro de resistencia y lucha en nuestra historia. Sus versos, llenos de valentía y compromiso, siguen resonando en las aulas de nuestras escuelas, mientras su figura se hace presente en cada rincón del país, desde las canciones que cantan al pueblo hasta los murales que evocan su memoria. Su legado se mantiene vivo como un testimonio indomable de acción y reflexión que marcó su existencia. Rugama continúa siendo una fuente de inspiración para todos aquellos que, en la lucha por la justicia, siguen soñando con un mundo nuevo.

Leonel Rugama Rugama es, sin duda, una figura que encarna los valores de resistencia, compromiso y creatividad. Su vida y legado son un recordatorio permanente de que el cambio social requiere no solo de acción, sino también de una visión que inspire a las generaciones presentes y futuras.

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