La señora Katerina Tomasewsky, ex-Relatora General de Naciones Unidas para el Derecho a la Educación, afirmaba que, “el Derecho a la Educación es la llave que abre la puerta a todos los demás de¬rechos”, si esto es así, la matrícula escolar es la puerta de entrada al ejercicio y puesta en práctica de ese derecho, en especial de las poblaciones empobrecidas de todos los países, que tienen en la edu¬cación, su oportunidad, muchas veces única, para salir del túnel de la pobreza.
Por Miguel De Castilla Urbina
Por ese motivo, el gobierno de Nicaragua que funda su política pú¬blica en la restitución de los derechos humanos negados históricamente, en especial de los derechos de la niñez, desde enero del año 2007, ha hecho que la Matrícula Escolar, sea motivo de movili¬zación nacional de todas sus fuerzas y de estímulo a la participación de la ciudadanía en todos los barrios, comarcas y caseríos del país, de cara a que ningún niño, niña y joven se quede sin estudiar.
La matrícula escolar, no como un problema sectorial propio del Ministerio de Educación, sino como un problema del país que toca al gobierno atender como primera prioridad gubernamental. La matrícula escolar como una jornada de salud pública, y la igno¬rancia y la baja escolaridad como enfermedades sociales que hay que erradicar de raíz de nuestra sociedad.
En los dieciséis años del infierno neoliberal, dado el nivel de desinterés por la educación, la matrícula se reducía a una semana del mes de enero de cada año. Con el gobierno sandinista, cristiano, socialista y solidario, las cosas son diferentes. La importancia concedida a la matrícula escolar se inicia en el mes de octubre con una sub-etapa de pre matrícula, coincidentemente con las actividades de finalización del año anterior, todo con propósitos de planificación del año escolar venidero, especialmente de la educación inicial y de los primeros grados de primaria. El sistema escolar en movimiento sincrónico permanente, en un continuum sin cortes, en donde una etapa retroalimenta a la siguiente.
Más aún, según ha anunciado el Ministerio de Educación recientemente, a partir de este mes de octubre y todo el mes de noviembre, con la participación de maestros, padres de familia, estudiantes y autoridades educativas, se estará realizando un proceso de consulta de gran envergadura a nivel nacional, que busca evaluar la situación de la educación, aula por aula, en los centros educativos del país, todo con el propósito de mejoramiento y perfeccionamiento del proceso educativo nacional a partir del año 2020.
De esta manera, los resultados de la consulta y de la pre matrícula, juntas deberán ser insumos de gran importancia para pensar el futuro cercano y avanzar en la batalla por la elevación de la Calidad de la Educación en Nicaragua.
En este contexto, si observamos el recorrido de la educación nicaragüense en el tramo histórico 2007-2019, es posible concluir, que durante este periodo, ha habido grandes avances en lo relacionado al Acceso (y Cobertura) a la educación, con especial énfasis en la población en situación de pobreza. Son los casos por ejemplo: de la población analfabeta cuyo porcentaje en el año 2009 era del 4.56%, cuando tres años antes, en el año 2006 era del 22 por ciento de la población mayor de 14 años de edad, y de la población matriculada en la educación primaria que en el año 2006, era del 83% y en la actualidad (2019) es del 95%.
El compañero Salvador Vanegas, Ministro Asesor del Presidente de la República para temas de Educación, en la Asamblea Nacional de Nicaragua, en el contexto de la celebración del Día Mundial de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre del año 2018, al referirse a la restitución del Derecho Humano a la Educación expresó que la incorporación de la población en edad escolar a los servicios educativos durante los doce años del Gobierno Sandinista ha evolucionado ascendentemente, pasando de 1, 627,661 estudiantes en el año 2007 a 1, 813,244 en el año 2018. La aprobación escolar igual ha pasado de 90.8% en el año 2007 a 95.4% en el 2018, mostrando un incremento de 4.6 puntos porcentuales. La permanencia en las aulas ha pasado de 85.5% en 2007 a 89.4% en 2018, logrando un incremento de 3.9 puntos porcentuales. Por su parte la cobertura escolar de niñas y niños de 3 a 5 años en la Educación Inicial, pasó de 53.6% en 2007 a 69.5% en 2018, un incremento de 15.9 puntos porcentuales, y en la Educación Secundaria pasó de 66.3% en 2007 a 79.8% en 2018, logrando un incremento de 13.5 puntos porcentuales.
El carácter clasista de la Política Educativa respecto a las necesidades e intereses de los sectores empobrecidos, se refleja en la creación de estrategias educativas, que apuntan directamente a cautivar y atraer a un segmento de la población históricamente excluido de la oferta educativa, como ha sido la población rural, en este orden, en 2014 inició la Secundaria a Distancia en el Campo, con una matrícula de 15,643 estudiantes, ampliándose anualmente hasta a 57,353 estudiantes en 2018, logrando el mismo año la primera promoción de 8,547 bachilleres.
La batalla contra el analfabetismo es permanente. En 2007 se realizó la Campaña Nacional de Alfabetización “De Martí a Fidel”, logrando reducir el índice de analfabetismo al 4,56 % en 2009, declarándose a Nicaragua Territorio Libre de Analfabetismo. En el período 2007-2018 se han alfabetizado 910,255 jóvenes y adultos.
En próximos artículos, abordaremos el tema de la Calidad de la Educación, en el período 2007-2019.
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