Tenemos un Ejército del pueblo, para defenderlo y protegerlo


Discurso en el acto central de conmemoración del 45 aniversario de fundación del Ejército de Nicaragua. Managua lunes 2 de septiembre de 2024.

Nuestro saludo y abrazo fraterno a todos los compañeros, hermanos de armas, que cumplen misiones en diferentes puntos de nuestra geografía nacional.

Por General de Ejército Julio Avilés Castillo, Consejo de Comunicación y Ciudadanía

 

Nicaragüenses, hermanos de armas, hermanos todos:

Este día, con alto sentido patriótico y orgullo institucional, con este Acto estamos conmemorando el 45 aniversario de fundación del Ejército de Nicaragua. El 19 de julio de 1979, después de largos años y heroicas y sacrificadas luchas de nuestro pueblo, triunfó la Revolución Popular Sandinista. Nicaragua se iluminaba de alegría y esperanzas. El pueblo armado y organizado, desde la bandera que nos heredó el General Sandino, triunfó, haciendo mil pedazos a la Dictadura Somocista.

El mundo entero se ponía de pie ante la valentía y heroísmo de los nicaragüenses. El pueblo armado había vencido a la criminal Guardia Somocista.

En ese mes victorioso, el 20 de julio de 1979, la Junta de Gobierno abolía la existencia de la mal llamada Guardia Nacional. Ese día los nicaragüenses enterramos a la criminal Guardia Somocista, la hija de la intervención, la asesina de Sandino, la asesina de sandinistas y de miles de miles de hombres, mujeres, jóvenes y niños que aparecían todos los días asesinados y masacrados en las ciudades, campos y montañas de nuestra Patria.

Con el triunfo de la Revolución enterrábamos décadas de espanto y terror, que significó la muerte de más de 50 mil nicaragüenses. Desde la lucha armada se venía formando el nuevo ejército, el ejército del pueblo, y al triunfo de la Revolución la Junta de Gobierno decretó la conformación de un nuevo ejército nacional, patriótico y popular, naciendo así el Ejército Popular Sandinista, hoy Ejército de Nicaragua.

Nacimos peleando por nuestra liberación nacional. Nacimos peleando para tener plena independencia, soberanía y autodeterminación nacional. Nacimos peleando para tener Patria y libertad, ideal del General Sandino y de su Ejército Defensor de la Soberanía Nacional fundado hace 97 años, el 2 de septiembre de 1927, para enfrentar con patriotismo y dignidad la intervención norteamericana, la que derrotó en 1933, y es en honor a esa fecha histórica de fundación del Ejército Defensor, que el Ejército de Nicaragua conmemora cada año su fundación.

Nacimos con la esperanza de vivir en paz y darle a nuestro pueblo el bienestar que a lo largo de muchos años se le había negado. Largo y sacrificado fue el camino para alcanzar el triunfo de la Revolución, difíciles y sacrificados también fueron los años 80 para defender la Patria de la guerra de agresión que nos fue impuesta por el Gobierno de Estados unidos.

Así nacimos, así fuimos construyendo el Ejército del pueblo, sin más experiencia militar que la adquirida como guerrilleros del Frente Sandinista en la lucha por la liberación y desde el Ejército Popular Sandinista en la defensa de la Patria contra la agresión.

La base fundamental en la construcción del nuevo Ejército ha sido la conciencia altamente patriótica de los que lo integramos al triunfo y años posteriores. Organizar y formar el nuevo Ejército en la Nicaragua libre requería de grandes jornadas y entrega plena para vencer nuestras limitaciones, con firmeza, con tenacidad, con dedicación y con alto compromiso con la Patria.

El sacrificio de nuestros Héroes y Mártires no ha sido en vano. Inmensa ha sido la responsabilidad y compromiso de activos y retirados en la construcción de este Ejército al servicio de todos. Hoy tenemos y seguiremos teniendo un Ejército del pueblo, para defenderlo y protegerlo ante cualquier amenaza, riesgo o agresión. Un Ejército que velará siempre por los grandes intereses de nuestra amada Patria, porque el pueblo depositó en nosotros su esperanza, el deber y la responsabilidad de construir el Ejército que hoy decimos: Somos el pueblo mismo uniformado trabajando en su propio beneficio.

Por mandato constitucional, el Ejército de Nicaragua es la institución armada de la Patria para la defensa de la soberanía, la independencia y la Integridad territorial.

En cumplimiento de esta sagrada misión, con patriotismo y valentía, nuestros heroicos soldados, pilotos y marineros, de manera sostenida, patrullan, vuelan y navegan todo el territorio nacional, haciendo valer la ley nicaragüense.

Importante es destacar que el Ejército de Nicaragua ha contribuido con relevantes aportes en la formulación de Leyes que vinieron a fortalecer la Defensa y Seguridad de la nación; aportes relevantes a las hoy Leyes de Defensa Nacional, Ley de Seguridad Soberana y Ley de Régimen Jurídico de Fronteras, entre otras.

Igualmente es relevante destacar, que desde la institución ha existido un extraordinario nivel de apoyo, cooperación y desarrollo de operaciones en el mar y en el Río San Juan, en correspondencia con la estrategia del equipo jurídico de La Haya, que defendió los sagrados intereses de Nicaragua en todos los Juicios realizados, donde la Corte Internacional de Justicia emitió 7 sentencias históricas de gran beneficio para la Patria, incluida la sentencia de noviembre del 2012, que anuló para siempre los límites a la altura del meridiano 82 en el Caribe, que nos quisieron imponer con el Tratado Bárcenas Meneses-Esguerra en marzo de 1928, nacido a la sombra de la intervención norteamericana en nuestro país.

Sentencias de gran beneficio para la nación, porque desde ellas hoy los nicaragüenses tenemos definido con claridad nuestro territorio nacional. Siete históricas sentencias, siendo la primera el 8 de octubre del 2007 y la séptima el 13 de julio del 2023; y desde esta, en apoyo a INETER, se definieron las líneas de bases rectas y nuestros límites marítimos. Por eso hoy nuestra Patria, con base a esos juicios victoriosos en la Corte Internacional de Justicia, tiene sus fronteras terrestres y marítimas meridianamente establecidas.

Nicaragüenses: la seguridad nacional es una condición permanente a alcanzar y sostener, y nos vincula a todos, porque nos beneficia por igual; es la condición permanente de soberanía, independencia e Integridad territorial. Es paz y justicia social, dirigida a preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado de Nicaragua y sus instituciones, así como la protección de las personas y sus bienes, frente a cualquier amenaza, riesgo o agresión. Seguridad es tener estabilidad, tranquilidad y paz, condiciones necesarias para el desarrollo y bienestar de la nación.

El Ejército de Nicaragua es un recurso de orden estratégico de la nación nicaragüense, porque sin descuidar nuestra principal misión, de manera flexible empleamos fuerzas y medios para hacer aportes relevantes a la seguridad de la Patria.

Con firmeza y valentía, los integrantes del Ejército de Nicaragua contribuimos para que nuestra Patria siga siendo el país más seguro de la región, porque desde la efectiva “Estrategia Nacional del Muro de Contención”, garantizamos en coordinación con diferentes Instituciones y nuestros hermanos de la Policía Nacional, que en Nicaragua no existan carteles del narcotráfico y crimen organizado, no existan pistas clandestinas, no seamos bodega del narcotráfico, no existan células, ni bases logísticas, ni del narcotráfico, ni de terroristas.

Somos el país más seguro, porque desde nuestras operaciones navales y aéreas evitamos que anualmente circulen por nuestro territorio más de 800 toneladas de cocaína que transitan de Sur a Norte, por aire y mar, a distancias mayores a las 500 millas de nuestros litorales.

Somos el país más seguro, porque todos nuestros puertos y aeropuertos tienen altos estándares de seguridad debidamente certificados; porque no tenemos maras ni pandillas, y porque la tasa de homicidio es de 7 personas por cada 100 mil habitantes.

En esta titánica y firme lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, el Ejército de Nicaragua desde el año 2000 a la fecha, hemos capturado más de 195 mil kilos de droga, hemos destruido más de 2 millones 300 mil plantas de marihuana, capturado 3 mil narcotraficantes y más de 2 mil medios de transporte de todo tipo, y retenido más de 461 mil migrantes ilegales intentando ingresar por puntos ciegos.

Importante también es destacar los relevantes aportes de nuestras tropas a la seguridad rural desde el “Plan de Seguridad en el Campo”, en estrecha cooperación con nuestros hermanos de la Policía Nacional, que garantiza a campesinos y productores estabilidad y tranquilidad en sus diferentes actividades económicas, como la ganadería, agricultura, comercio, y el traslado de valores. Es un Plan que es altamente valorado por todos los sectores productivos y población en general.

Desde este Plan se han retenido y entregado a las autoridades correspondientes más de 4 mil elementos vinculados a actividades delictivas. Se han incautado más de 5 mil armas y docenas de miles de municiones. Se han recuperado y entregado a sus dueños más de 34 mil semovientes, evitando a los ganaderos pérdidas millonarias. Y se ha garantizado con mucho éxito las cosechas cafetaleras, asegurando la seguridad de trabajadores y productores, así como el traslado de valores por miles de millones de córdobas, dólares y onzas troy de oro.

Desde este “Plan de Seguridad en el Campo” podemos asegurar, categóricamente, que los recurrentes asaltos, secuestros y extorsiones es historia pasada, y los trabajadores y productores rurales son testigos fieles de que lo que aquí estamos informando es una meridiana realidad. En estos 45 años de vida institucional las tareas de protección a nuestro pueblo han sido de máxima prioridad, demostrando que le pertenecemos y que estamos para servirles aun a riesgo de nuestras propias vidas, con disciplina y dedicación.

Desde su fundación, el Ejército de Nicaragua, desde la Defensa Civil destaca en la preparación y ejecución de planes ante situaciones de desastres. Formando parte del SINAPRED y en coordinación con órganos del nivel central, departamental, regional y municipal, hemos participado en la capacitación de millones de nicaragüenses en los más de 6 mil ejercicios realizados para proteger la vida.

En estos 45 años, con valentía y alto sentido de solidaridad, nuestros componentes terrestres, aéreos y navales han dado el máximo de sus esfuerzos, socorriendo a nuestro pueblo ante situaciones de alto riesgo, como lo han sido los huracanes, maremotos, tormentas, deslaves y erupciones, entre otras situaciones donde hemos evacuado a más de 950 mil pobladores. Hemos realizado más de mil 600 misiones de búsqueda y salvamento, rescatando y salvando la vida a más de 62 mil personas.

Estas cifras son muestras claras de la entrega plena de nuestros soldados, pilotos y marineros, en las tareas de protección de nuestra población; población que siempre estaremos en la disponibilidad permanente de socorrerle con nuestra Defensa Civil, la Unidad Humanitaria de Rescate, los destacamentos de tropas y los 6 hospitales de campaña, capacidades que nuestro pueblo nos ha confiado para auxiliarlo y protegerlo.

En estos 45 años, leales a nuestro sentir de que somos el pueblo mismo uniformado trabajando en su propio beneficio, y que trabajando día a día como hermanos para construir la Patria que soñamos, con alto sentido de solidaridad y disciplina, en coordinación con el Ministerio de Salud desarrollamos tareas de apoyo a la población, disponiendo importantes componentes de nuestras fuerzas y medios en la participación de más de 4,600 jornadas de salud; la realización de más de 355 mil consultas médicas en zonas lejanas; hemos donado más de 12 mil litros de sangre; abatizamos más de 2 millones 600 mil viviendas, y aplicamos más de 590 mil dosis de vacunas. Durante la pandemia realizamos la desinfección de más de 8 millones de metros cuadrados en áreas públicas de 44 municipios del país.

En apoyo al Ministerio de Educación y a los alumnos de escuelas de primaria, hemos realizado el descargue de más de 4 millones 800 mil libras de merienda escolar y más de 200 mil paquetes escolares.

Y con nuestro cuerpo de ingenieros se han construido y reparado más de 7 mil kilómetros de caminos rurales, beneficiando a centenares de miles de campesinos, trabajadores y productores para el desarrollo de sus labores productivas.

La Constitución de la República establece que los nicaragüenses tenemos derecho a habitar en un ambiente saludable y la obligación de preservarlo y conservarlo. Por ello, el Ejército de Nicaragua de manera sostenida, con instituciones como MARENA y otras, hacemos significativos esfuerzos para la protección de nuestros recursos. Importante es destacar las acciones del Batallón Ecológico y destacamentos militares en el resguardo de las principales reservas y áreas protegidas. estos años, en el marco de las jornadas de reforestación, hemos plantado más de un millón 200 mil árboles.

Y resaltamos las acciones de nuestras tropas en la sofocación de más de 5 mil 300 incendios forestales, incluido el de Indio Maíz, donde se emplearon mil 500 efectivos militares, medios navales y aéreos nacionales, así también como medios aéreos de México, El Salvador y Honduras.

Nicaragüenses: el General Sandino era un visionario, y en febrero de 1933 dijo: “El Gran sueño de Bolívar está todavía en perspectiva. Los grandes ideales, las ideas todas, tienen sus etapas de concepción y perfeccionamiento hasta su realización… Yo no sé cuándo podrá realizarse, pero nosotros iremos poniendo las piedras, y tengo la convicción –decía el General Sandino– que veremos cosas extraordinarias”.

Hoy, en correspondencia con esa misión del General Sandino, en estos tiempos, como nunca, nuestra amada Patria vive momentos extraordinarios, donde se avanza con paso firme y seguro en la realización de grandes y estratégicos proyectos.

Presidente: en este acto le reiteramos en nombre de todos los que integramos el Ejército de Nicaragua, que siempre haremos los mejores esfuerzos para aportar en la ejecución y seguridad de estas grandes Obras que se desarrollan con gran éxito. Proyectos que nos demandarán, como institución, hacer los ajustes necesarios ante las grandes transformaciones que se darán en el corto y mediano plazo.

Todos los nicaragüenses debemos de valorar altamente estos grandes momentos y aportar a ellos, contribuyendo junto con las Instituciones, a tener las mejores condiciones de seguridad, estabilidad, tranquilidad, y de paz. Condiciones necesarias para garantizar el desarrollo y el bienestar de la Patria. Todos debemos de apoyar este histórico proceso de transformación acelerado, en todos los órdenes y de amplios beneficios para los nicaragüenses. En el Ejército de Nicaragua nos decimos, que desde el lugar donde estemos, todos debemos de contribuir con firmeza en la construcción de la Patria Libre, digna, justa y próspera que todos merecemos.

Nicaragüenses: en el Ejército de Nicaragua hacemos modificaciones estructurales en correspondencia con la realidad nacional y el rumbo estratégico del país. Realidades con relevantes avances en infraestructura de todo tipo, conectando e integrando amplios territorios a la dinámica nacional. Atrás quedaron amplias zonas que históricamente, por su abandono, eran aisladas y se les identificaba como zonas rurales o de montaña por la falta de caminos rurales y carreteras.

Somos el Ejército más pequeño de la región, el que tiene menos presupuesto, pero tenemos la capacidad de optimizar al máximo los recursos con que contamos, reorganizando nuestro despliegue en correspondencia con la evolución de las amenazas y los riesgos, y la realidad del país. Tenemos un ejército conformado por miles de hombres y mujeres con alto sentido patriótico, y dispuestos siempre a dar todo por la Patria.

Somos un ejército compacto y constantemente modernizándonos para tener alta movilidad y las capacidades necesarias de cumplir nuestras sagradas misiones, y en saludo a estos 45 años de fundación hemos venido fortaleciendo los niveles de cohesión institucional y combativa, adquiriendo nuevos medios, restableciendo otros, y modificando los necesarios, para adaptarlos a las nuevas exigencias de las misiones.

La construcción de este Ejército ha sido un proceso histórico que demandó a nuestro pueblo enormes cuotas de sacrificio y entrega plena en la guerra por la liberación nacional contra la Dictadura Militar Somocista. Así nacimos, peleando con la esperanza de vivir en paz, pero no fue posible, porque desde la política agresiva del Gobierno de Estados unidos nos impusieron y financiaron en los años 80 una guerra criminal de agresión. Guerra criminal que manchaba de sangre nuestro suelo patrio. Guerra criminal que durante años desangró y desgastó a nuestro pueblo. Guerra criminal condenada en el mundo y sentenciada por la Corte Internacional de Justicia.

Esa guerra conllevó a cambios políticos con nuevos gobiernos que como Institución respetamos, aun con las grandes limitaciones que nos impusieron. Por un lado, por la realidad económica del momento, pero también, con las claras intenciones de desmoralizarnos para desintegrarnos o que dejáramos de ser los dignos patriotas que hoy y para siempre seguiremos siendo, y ser dignos y leales herederos del Ejército Defensor que fundó y comandó nuestro General Sandino y de su máxima aspiración de Patria y libertad.

Pasamos dos guerras y como pueblo vencimos, y en los años 90 nos correspondió enfrentar bandas armadas que azotaron a productores en zonas rurales hasta lograr excelentes niveles de seguridad en el campo.

El Comandante Germán Pomares, Héroe Nacional, dijo: “Hay que hacer un ejército popular fuerte, porque así podremos tener el campo sembrado y la libertad asegurada”. Conscientes con ese sentir, con altísimo entusiasmo avanzamos permanentemente en nuestra modernización y desarrollo, más aún en las metas propuestas en saludo al 45 aniversario, hoy nuestro pueblo desde esta formación compacta de fuerzas y medios, y mañana en el Desfile “Pueblo-Ejército” que le dedicamos, podrán ver parte de los logros alcanzados.

En este acto del 45 aniversario, por el ejemplar desempeño de sus deberes y el cumplimiento de los parámetros establecidos en la carrera militar, fueron ascendidos 309 hermanos de armas. Nuestras felicitaciones a los Generales de Brigada, Leonel Fonseca, Vinicio Chavarría, Álvaro Rivas, Marvin Paniagua, Francisco Jarquín y Marco Salas. Igualmente felicitamos a los 24 coroneles, 32 tenientes coroneles, 33 mayores, 80 capitanes, 129 tenientes primeros, y 3 tenientes. De manera especial felicitamos a las 52 compañeras ascendidas. Sientan todas, el orgullo de representar con honor a la heroica mujer nicaragüense. Para todas, un abrazo fraterno.

Hermanos ascendidos: recuerden siempre que los grados militares, incluidos los de General, son símbolos de honor y de mayores responsabilidades con la Patria, pórtenlos con honor y humildad. Felicidades a todos.

La cooperación internacional juega un rol importante en nuestra modernización y desarrollo, lo que nos permite adquirir medios y equipos que la nación no está aún en posibilidades de suministrarnos. Este día queremos agradecer a fuerzas armadas de países amigos que nos han apoyado sin condiciones de ninguna naturaleza.

Nuestro agradecimiento a las fuerzas armadas de la Federación de Rusia, de Cuba, México, Venezuela, la República Popular China, a todos ellos por su apoyo y cooperación. Y por supuesto, nuestro agradecimiento a nuestros hermanos de los ejércitos de Guatemala, El Salvador, Honduras y República Dominicana, por las fortalecidas relaciones de amistad y cooperación que mantenemos, pensando siempre en el bienestar de nuestros pueblos.

Y destacamos en este acto, la coordinación y cooperación con las Fuerzas Armadas de Honduras, con la que hemos desarrollado 21 operaciones “Sandino-Morazán” de manera exitosa en nuestras fronteras comunes.

Igualmente destacamos las excelentes relaciones de amistad y cooperación en el marco de los objetivos comunes, de la Conferencia de Fuerzas Armadas Centroamericanas y en la Conferencia de ejércitos Americanos.

Queremos en esta ceremonia agradecer la presencia de delegaciones, pelotones y abanderados de países amigos que hoy nos acompañan, y felicitar a los jefes de delegaciones que recibieron la condecoración “45 aniversario del Ejército de Nicaragua”, de manos del Presidente de la República.

En este 45 aniversario hacemos un merecido reconocimiento a los miles de hermanos, hombres y mujeres dignos, que han servido a la Patria desde este Ejército al servicio de su pueblo. A todos les reconocemos el esfuerzo, la dedicación y la entrega plena en el cumplimiento de nuestras misiones y tareas.

Nuestro reconocimiento a nuestros valientes y heroicos soldados, pilotos, marineros, sargentos, funcionarios, suboficiales, personal auxiliar, oficiales subalternos, oficiales superiores, y al cuerpo de generales. todos, desde diferentes responsabilidades, en la comandancia general, el estado mayor general, los tipos de fuerzas, las unidades de subordinación central, órganos comunes, nuestros servicios de inteligencia, y desde las unidades territoriales, han dejado constancia que cumplimos nuestras misiones y tareas pensando siempre en dar todo por la Patria.

Nuestro reconocimiento a los hermanos de armas en condición de retiro, quienes aportaron con alto sentido patriótico a la fundación y desarrollo de nuestra institución. Y nuestro reconocimiento infinito a nuestros hermanos caídos en el cumplimiento del deber. Su sangre generosa será honrada siempre con lealtad inquebrantable en la defensa de la Patria y la Institución.

Quiero destacar, que a 45 años de existencia del Ejército de Nicaragua, en cumplimiento de nuestra misión principal en defensa de la soberanía, independencia y la integridad de nuestro territorio, nuestras fuerzas terrestres han realizado más de 17 millones de servicios operativos; nuestra Fuerza Naval ha navegado más de 2 millones 500 mil millas, y nuestra Fuerza Aérea ha realizado misiones acumulando más de 91 mil horas de vuelo.

Estas cifras, junto a otras informadas hoy a nuestro pueblo y autoridades, son pruebas claras de la alta conciencia patriótica y el firme compromiso de servir a todos los nicaragüenses.

En este 45 aniversario queremos expresar, en primer lugar, nuestro profundo agradecimiento al pueblo de Nicaragua que nutre con sus hijos a esta Institución que les pertenece.

Nuestro agradecimiento al Presidente de la República y Jefe Supremo del Ejército de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega, por su sostenido respaldo para fortalecer nuestras capacidades en beneficio de todos los nicaragüenses. Presidente, le agradecemos en nombre de todos y cada uno de los que integramos esta Institución, todo el apoyo que nos ha brindado, lo que nos permite estar en condiciones de servir de la mejor manera posible a nuestro pueblo y dignificar la carrera militar.

Cuente, Presidente, con la firme determinación de todos los que integramos el Ejército de Nicaragua, para continuar avanzando en la ruta de consolidar la Nicaragua libre, digna, justa y próspera que todos merecemos. Gracias, Presidente.

Gracias también a Usted, Vicepresidenta de la República, por respaldarnos y estar siempre pendientes en la solución de todas nuestras gestiones. Le agradecemos mucho, compañera Vicepresidenta.

Nuestro agradecimiento a los poderes de Estado, instituciones, sectores y gremios, con quienes cooperamos para aportar al desarrollo y bienestar de la nación. Igualmente agradecemos las placas de reconocimiento que nos otorgaron, los mensajes de saludos y felicitaciones recibidas. Nuestro especial agradecimiento a nuestros familiares, que en estos 45 años nos han dado su comprensión y respaldo para que siempre demos el mejor de nuestros esfuerzos, para servir a la Patria.

Hermanos de armas: después del triunfo de la Revolución, durante los años 80 defendimos y derrotamos la agresión que nos fue impuesta. Para lograrlo nuestro pueblo, con firmeza y dignidad se puso el Uniforme de la Patria, para defenderla, haciéndose miembro permanente del Ejército Popular Sandinista, Miliciano, Reservista. Nuestra juventud se hizo cachorro, se hizo explorador, tropa guardafronteras, piloto, marinero, artillero, tanquista, antiaéreo, médico, sanitario, se hizo Compañía Permanente Territorial, se hizo Batallón Ligero Cazador y Batallón de Lucha Irregular, todos empuñando la bandera de la Patria y las banderas de combate, peleando durante 10 años como fieros guerreros, con sudor, sangre y sacrificio para derrotar la agresión.

¡Gloria eterna a nuestro heroico pueblo que dio ante el mundo un monumental ejemplo de patriotismo y dignidad defendiendo nuestra amada Nicaragua! ¡Gloria eterna a nuestros hermanos caídos, y en honor a ellos les pedimos un minuto de silencio! (Salva de disparos, trompeta).

Nicaragüenses, nuestra amada Patria a lo largo de la historia ha vivido inestabilidad, agresiones extranjeras y guerras entre hermanos. Malos hijos de la Patria pidiendo intervenciones y agresiones. Todo esto ha significado dolor y sufrimiento con grandes pérdidas de vidas y daños materiales.

Hoy, todos comprendemos y sabemos diferenciar claramente, entre lo doloroso y catastrófico qué es la desestabilización, la inseguridad y la guerra, y lo altamente beneficioso de tener seguridad, estabilidad y sobre todo tener paz, que es la garantía del pueblo para trabajar, producir, lograr el bienestar de la familia, fortalecer nuestra economía y desarrollarnos con justicia social. Por eso, todo lo que hacemos los hijos de este pueblo y noble pueblo, amar a la Patria, es amar a nuestro pueblo y territorio.

En el Ejército de Nicaragua el amor a la Patria es, y será siempre, la principal fuente de motivación de nuestra conciencia y es la energía que guía nuestros actos. El patriotismo es la cúspide del sistema de valores en el Ejército de Nicaragua, porque el amor a la Patria es la máxima determinación consciente de nosotros sus hijos, para defenderla y protegerla ante cualquier amenaza, riesgo o agresión.

En este 45 aniversario los miembros del Ejército de Nicaragua honramos y hacemos nuestra la valentía y dignidad del cacique Diriangén defendiendo a su pueblo y territorio ante el conquistador español.

Honramos y hacemos nuestras las luchas y acciones de los que lograron la independencia de nuestra Patria.

Honramos y hacemos nuestro el ejemplo inmortal de los vencedores de San Jacinto contra el yanqui invasor, y el grito digno y valiente del General José Dolores Estrada, de “¡firmes muchachos, hasta caer el último!”.

Honramos y hacemos nuestra la dignidad y valentía de los combatientes de El Coyotepe y La Barranca contra la intervención norteamericana en 1912, y del sentir patriótico del General Zeledón, quien expresó: “Yo no me pertenezco. Le pertenezco a la Patria”.

Y por supuesto, honramos y hacemos nuestro el ejemplo Inmortal del General Sandino y su Ejército Defensor, derrotando y expulsando en 1933 al yanqui invasor.

Honramos y hacemos nuestro los ejemplos de dignidad de nuestros Héroes y Mártires, y de nuestros hermanos caídos, herederos de nuestro General Sandino y de su máxima aspiración de Patria y Libertad.

Patria y Libertad es el camino que, con dignidad, valor, firmeza, balas y sangre sagrada, nos señaló el General Sandino y su Ejército Defensor. La historia y el tiempo nos sigue señalando que Sandino es el camino.

¡Honor y Gloria a nuestros Héroes y Mártires! ¡Honor y Gloria!
¡Honor y Gloria a nuestros Héroes Nacionales! ¡Honor y Gloria!
General José Dolores Estrada… ¡luchó por la Patria!
General Benjamín Zeledón… ¡luchó por la Patria!
General Augusto César Sandino… ¡luchó por la Patria!
¡Viva el 45 aniversario del Ejército de Nicaragua! ¡Viva, viva, viva!
En cumplimiento de nuestras misiones y tareas… ¡Todo por la Patria!
En defensa de la Patria y la institución… ¡firmeza y cohesión!
¡Viva el Ejército de Nicaragua!

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