LA PAZ ES EL CAMINO

Durante el intento de golpe de Estado el año pasado hubo una cantidad similar de muertos sandinistas y opositores, pero hay diferencias en la forma en que murieron. Las muertes de opositores fueron producto de enfrentamientos provocados por ellos mismos y de fuego cruzado.
Por Carlos Fonseca Teran. Fuente Redvolucion

Hasta finales de junio esos enfrentamientos fueron provocados por los golpistas de forma directa. Luego fueron provocados también por ellos mismos, pero de forma indirecta, al hacer fracasar el diálogo, que sólo usaron como tribuna política y medio de presión, y nunca como la oportunidad de superar las contradicciones de forma pacífica, que era el objetivo del gobierno cuando lo instaló desde los primeros días de la crisis artificialmente creada por los agentes del imperialismo norteamericano en Nicaragua.

En cambio, las muertes de sandinistas no fueron todas en enfrentamientos. Hubo muchas que fueron producto de asesinatos, en muchos casos luego de sesiones de tortura, sin hablar ya de los torturados sobrevivientes y las vìctimas de cobardes golpizas en las marchas y plantones de la derecha. Y es producto de actos criminales de este tipo que fueron detenidos y puestos a la orden de la justicia muchos de los mal llamados por la derecha «presos políticos» y «manifestantes presos». Otros lo fueron por su participación indirecta en esos actos de barbarie o por causar destrucción de bienes, entre otros delitos. Es por eso que – tal como queda claro en la Ley – el perdón es de las víctimas a los golpistas criminales.

Sin embargo, insólitamente es el sandinismo quien toma la iniciativa para la Ley del Perdón, a pesar de ser la parte agraviada por los crímenes a ser perdonados, y es la oposición golpista la que se opone, a pesar de ser sus presos los beneficiados por dicha Ley.

Esto demuestra dos cosas:

Primero, que a la oposición golpista y a sus amos imperialistas les importa muy poco el destino de quienes les han servido de carne de cañón.

Segundo, que con esa iniciativa estamos en el camino correcto, que es el de la paz, contrario al de la derecha golpista, que es el de la violencia, y es por eso que la Ley no les gusta a los golpistas, y porque además los pone en evidencia como los verdaderos criminales.

Los revolucionarios no odiamos ni tenemos sed de venganza, porque nuestros valores y principios nos lo impiden, y por eso para nosotros la mejor justicia es el triunfo de nuestra causa, como el que hemos obtenido contra la derecha golpista y el poderío imperial a cuyos intereses ella responde. Y es por eso, porque las virtudes humanas y la razón están de nuestro lado, que los golpistas vendepatria NO PUDIERON NI PODRÁN.

Carlos Fonseca Terán

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