Así funciona el asunto

Los infundios sobre el manejo del coronavirus en Nicaragua han sido el eje más socorrido de los asalariados del imperio, en estos últimos meses. Todos los días noticias falsas sobre la cantidad de muertos, sobre la situación de los hospitales. "Alguien me dijo que en el hospital hay 30 infectados...". "Dicen que todas las noches se producen entierros express en los cementerios". "En mi barrio han muerto varios de COVID-19"...
Por Margine Gutiérrez

Ni los que dicen, ni los que mueren tienen nombre. Son anónimos.

Y así ha venido creciendo el bulo alimentado diariamente con un fin perverso que no es únicamente generar miedo en la población.

Su propósito final es crear una situación falsa pero útil a los medios de comunicación carroñeros que viven de sus ataques a Nicaragua y a los planes agresivos de los yankis para justificar posiciones como la de este intervencionista yanqui al que le preocupa de Nicaragua, lo que no le preocupó de Italia, España y Estados Unidos, entre otros.

Ya se le olvidó a este intervencionista en nuestros asuntos, que por el mundo circularon las fotografías de centenares de  cadáveres arrumados en cuartos de hospitales gringos. Pero eso no le preocupa ni le preocupó en su momento. Tampoco le preocuparon los entierros express de todos los países que son sus aliados.

Pero así es la cosa. Los mercenarios criollos pasaron meses  preparando el terreno para que cuando  el yanki sentenciara a Nicaragua todo mundo creyera que la falasia, que la mentira urdida por los criollos vende patria  era verdad.

Si alguien tiene dudas sobre la sincronía de las acciones –casi todas destruir y propalar mentiras– de los frustrados golpistas y el imperialismo yanqui, despéjelas. Las pruebas son abundantes. Aquí una de ellas.

Y ahora lo que sigue es que todas las colonias gringas a repetir en coro lo que dice el amo imperial y a rogarle que incremente las acciones contra nuestro pobre y pequeño país. Todo por querer tener un país libre, soberano, autodeterminado y enfocado en acabar con la pobreza en la que nos ha tenido sumidos por siglos el capitalismo.

 Los monos mienten y el dueño del circo confirma.