Vivimos una encarnizada lucha de clases y defendemos al gobierno de los pobres




En el colmo de la irresponsabilidad la derecha vendepatria echó a rodar la bola de que Daniel estaba muerto o desaparecido y así ocurrió que en treinta y cuatro días el Presidente de la República Daniel Ortega murió y resucitó por obra y gracia de los vendepatria que, abrumados por la inercia en que han caído, urden cualquier triquiñuela que pueda hacer creer a nivel internacional, porque aquí nadie les cree, que avanzan hacia la consecución de su sueño dorado de hacerse con el poder antes de las elecciones del 2021, pues saben lo escasas que son sus posibilidades de conquistar el voto popular. Ya no les importa que la realidad los viva desmintiendo ni les preocupa hacer el ridículo con sus funestas predicciones y sus abominables deseos de que Nicaragua sufra las peores catástrofes.^
Por Margine Gutiérrez


Como si tener una oposición de la calaña de ellos no fuera suficiente.

Así como en Abril del 18 pedían adelanto de las elecciones ahora amenazaban con destituir a Daniel porque no estaba al frente del gobierno. Esto quiere decir que no lo miraban en la televisión ni en las redes sociales. Se hicieron la ilusión de que se presentaba una gran oportunidad para quitarlo y ponerse ellos. Pensaron que podían crear otro momento político como el que se generó con el Decreto del INSS cuando intentaron asaltar el poder en aquella ridícula mesa de negociación en la que pretendían derrocarlo a contrapelo del Estado de Derecho.

Como si en este país no existiera una Constitución Política que establece las causales de destitución del Presidente de la República ni estuvieran definidos los órganos habilitados para ello y los procedimientos que deben cumplirse. Todo lo quieren a la brava, sin elecciones, y esto que se autodenominan demócratas.

Hay que convencerse que lo que persiguen y buscan es algo que logre movilizar al pueblo en contra del único gobierno que ha favorecido los intereses populares. Pero no lo han podido lograr porque no hay ninguna bandera suficientemente fuerte como para volver al pueblo contra Daniel.

No pueden invocar los ejes que tradicionalmente se levantan contra los gobiernos impopulares porque éste no lo es.

No pueden decir que hay hambre, que ha crecido la pobreza extrema, que está abandonada la educación y la salud, que vivimos a oscuras, que no hay carreteras buenas y que se está perdiendo la producción porque no solo no es cierto, sino que en esos campos Nicaragua ha alcanzado gigantescos resultados, pese a que somos un país pobre, vulnerable, asediado por Estados Unidos y acosado por algunos países que responden a la agenda de agresión gringa. En el exterior la gente de buena fe lo ve casi como un milagro que es real.

Mercenarios al servicio de los gringos

La oligarquía criolla vendepatria –traidores y desclasados incluidos– no ha encontrado donde "reclinar su cabeza" vacía de contexto y realidad. Desde lo de la Reserva Indio Maíz, pasando por el Decreto del INSS, lo del Coronavirus hasta la fementida ausencia presidencial, lo único que han logrado es demostrar cómo carecen de temas que los vinculen con los intereses de los nicaragüenses. Lo único consistente que han demostrado es su adhesión mercenaria a la agenda de agresión gringa contra Nicaragua. De allí que sus banderas o sus grandes ejes de ataque contra el gobierno se les agoten y se les neutralicen rápidamente volviéndolos a colocar en la nada que es su punto de origen, anterior a lo de abril 2018.

Solamente existen en un montón de siglas que nadie sabe qué significan ni a quien representan, en las redes sociales y en su inútil peregrinaje de aeropuerto en aeropuerto, maleta en mano, en viajes que tampoco conducen a casi nada, más que a recibir su paga en dólares. El único espacio de sobrevivencia que les queda es el de las redes sociales en los que nosotros les echamos siempre una mano, reproduciendo/multiplicando sus desatinos.

Para los ricos el asunto del gobierno es de forma y es de clase.

Es de forma porque quisieran ver a un Presidente vestido de saco y corbata, aburguesado, que se comunica con la minoría que tiene acceso a las redes sociales, mediante twitter, como Trump o Bukele. Aunque estos hayan demostrado incapacidad de manejar sus problemas internos, se regocijan de verlos perdiendo el tiempo con sus insulsos mensajes.

Y es de clase porque ellos prefieren estar gobernados por alguien de la oligarquía criolla vendepatria –y si volviera Walker mucho mejor– y no por quien surgió del pujante movimiento popular y guerrillero que los derrotó en 1979 y en 2007.

Ellos creen que son los únicos con derecho a gobernar Nicaragua y quieren llegar al poder de la mano de los gringos y si hay que poner muertos, pues que los pongamos los "indios pata-rajada" como suelen referirse con menosprecio, a las mayorías.

Una violeta decorativa

Porque si fuera verdad que les preocupa un Presidente ausente, que no lleve directamente las riendas del gobierno ¿por qué se hicieron de la vista gorda cuando doña Violeta Barrios –la figura presidencial más decorativa que ha existido en la historia de Nicaragua– dejó que fuera Antonio Lacayo el que tomara absolutamente todas las decisiones durante su gobierno? Decisiones que le costaron muy caro a Nicaragua y que todavía seguimos pagando y lamentando.

Doña Violeta Barrios era la de los discursos –y no siempre con buen suceso– la de la palmadita al hombro de los ministros y militares; la de la frase hueca y la sonrisa "colgate". Quien mandaba, y de verdad, era Antonio Lacayo aunque ahora se glorifique la gestión de la señora como una manera de contraponerla al actual gobierno.

No hay nada relevante digno de recordar de su gestión, más que el desmantelamiento de todos los beneficios populares; la destrucción de programas emblemáticos de la Revolución como el Proyecto Agroindustrial del Valle de Sébaco o el Ingenio Victoria de Julio; privatizaciones de todos los servicios públicos, venta del patrimonio a precio de guate mojado, corrupción, más su entrega abyecta a Estados Unidos.

Hasta el mito de que ella es la artífice de la paz, como todo mito, es falso. De eso, lo único verdadero es su foto vestida de blanco y levantando un fusil. Es lo único que hizo después de un largo proceso de negociaciones en los que doña Violeta ni participó y seguramente ni cuenta se dio. Es imposible que algo tan complejo y complicado pueda ser alcanzado por una sola persona y peor aún con las características e historial de la señora Barrios de Chamorro. Este proceso para alcanzar la paz, que comenzó en 1987, cuando doña Violeta ni figuraba como personaje político, fue aprobado e iniciado por la Dirección Nacional del FSLN y quien estuvo al frente de todo el largo procedimiento de la negociación fue Daniel Ortega, quien justamente debe ser considerado, junto con la DN–FSLN, como el forjador de la Paz, en Nicaragua.

¿Y Arnoldo Alemán? Otro al que le gustaba mucho la televisión para hacernos partícipes de sus chocarrerías y patanerías. A ese lo mirábamos casi a diario en televisión aunque nunca viéramos las carreteras reparadas, ni a los niños con su vaso de leche que les fue arrebatado durante ese período, al igual que nos arrebató la educación y la salud pública, entre muchos otros desastres de su gobierno.

Lo mirábamos en las francachelas con sus ministros; en su famosa y costosísima boda y posterior luna de miel que le costó al pueblo de Nicaragua; cuando compró con dinero púbico el anillo de compromiso de diez mil dólares; en sus "piscineadas" frecuentes a las que dicen obligaba a sus allegados a participar y aguantar sus desafueros como cuando no pudo controlar el esfínter.

Lo mirábamos con frecuencia y sabíamos casi todo de él –lo de "La Chinampa" adquirida con dinero de los contribuyentes– y su carretera exclusiva, la única que se construyó bien durante su desgobierno; los robos de cuando el huracán Mitch, los cheques que pagaba bajo la mesa a sus achichincles, incluido Enrique Bolaños. Lo que nunca vimos fue una gestión eficiente y honrada en favor de los intereses populares.

Pero eso nunca le preocupó a la oligarquía vendepatria ni a los pioneros de la traición que ya hacían sus pinitos aliándose con los ricos. Jamás se propusieron destituirlos pese a que hubo situaciones emblemáticas que lo ameritaban.

Solamente para poner un par de ejemplos: cuando doña Violeta condonó la deuda de 17 mil millones de dólares que Estados Unidos tiene con Nicaragua o cuando la negligencia y abandono de las funciones de Arnoldo Alemán frente al Huracán Mitch provocó miles y miles de muertos y otras terribles afectaciones al pueblo nicaragüense. Nada de eso les importó y Arnoldo Alemán sí estuvo ausente y abandonó sus funciones de gobierno durante la tragedia ocasionada por el Huracán Mitch. Los trágicos resultados lo confirman.

En cambio Daniel...

En cambio Daniel Ortega desde 2007 ha estado allí transformando radicalmente la situación de Nicaragua. Y tan es así, que bastó con que no lo vieran en la TV durante 34 días para que su ausencia se sintiera, se extrañara y hasta alentara nuevamente las ilusiones golpistas de derrocarlo.

Daniel Ortega no salía en la televisión porque su gobierno es real, efectivo, no mediático. Si Daniel Ortega no estuviera al frente del gobierno esto hubiera sido un caos, especialmente porque se estaba iniciando lo de la pandemia, y el vacío de poder se hubiera sentido si, como dicen los golpistas, este es un gobierno autocrático. Pero hasta esta falacia quedó desmentida, porque si como ellos afirmaban obsesivamente, Daniel estaba desaparecido, ¿cómo funcionaba todo tan bien? Sencillo porque no es una dictadura sino una democracia, distinta a la democracia burguesa, pero una democracia al fin.

Durante todo el mes de marzo, casi a diario se inauguraba un proyecto;

● El Puente de Panaloya que conecta a una buena parte de nuestro país con Granada.

● La ampliación a cuatro carriles de la entrada norte a León.

● Se inauguraron centros de salud y hospitales nuevos.

● Se acondicionaron otra gran cantidad de hospitales para atender a los posibles infectados de coronavirus.

● Se hicieron millones de visitas casa por casa como parte de la información para la prevención del CODIV 19.

● Se siguió avanzando en la electrificación del país y en la construcción de carreteras.

● Durante ese tiempo fueron entregadas las primeras cien viviendas del Programa Bismarck Martínez.

● Se recibieron donaciones y apoyos de países como China, Taiwán y Cuba entre otros, para enfrentar la pandemia.

Y esto último ¿creen que se mueve solo? No, son gestiones que hace el Presidente de la República. Y las obras, ¿cómo creen que ocurren? ¿Se hacen solas, sin nadie que las dirija?

Nunca antes en Nicaragua hubo tantos proyectos dirigidos al desarrollo sostenible de Nicaragua y también al enfrentamiento gradual de la pobreza extrema en que el capitalismo y la voracidad de la oligarquía criolla vendepatria dejó sumido a nuestro pueblo después de tantos años de somocismo y neo somocismo. No es fácil acabar con siglos de atraso, de expoliación, latrocinio y corrupción pero estamos en el camino y ya el rostro de Nicaragua es otro muy distinto al del 2007.

Los enemigos de nuestro pueblo, los de adentro y los de afuera, nunca van a reconocer que este es el mejor gobierno que ha tenido Nicaragua. Así como nosotros lo apoyamos decididamente porque sabemos que es el gobierno de los pobres, los ricos también solo quieren, apoyan y aceptan un gobierno de los ricos apoyado por Estados Unidos.

Porque aquí en Nicaragua lo que hay es una exacerbación de la lucha de clases.

Los ricos quieren volver al poder para desplazar a las mayorías y volverlas a la miseria extrema en que nos tenían para apropiarse de todas las riquezas de Nicaragua.

Y nosotros defendemos el gobierno –que tiene una agenda claramente enfocada a sacar a Nicaragua de la pobreza– porque creemos que con esta justicia social y equidad que vive hoy Nicaragua, los empobrecidos están saliendo de su miseria y teniendo más posibilidades de cambiar su "destino" para una vida mejor.

Solo hasta entonces, con inclusión de las mayorías, esta Patria puede ser de todos, incluyendo a los vendepatrias. Y esa es la realidad actual.

Hoy vivimos mucho mejor que hace 13 años, tenemos mejores condiciones de vida y más esperanzas de que Nicaragua alcance el desarrollo sostenible que nos merecemos cada uno de los nicaragüenses.

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