Por Libeth González/Radio La Primerísima
Angelina fue hermana de Bernardino Díaz Ochoa, campesino que se destacó en movimiento sindical y la lucha guerrillera; fue esposa de Jacinto Hernández, quien fue miembro de la Dirección Nacional del Frente Sandinista y caído en 1976.
Toda su familia estuvo involucrada en la lucha del Frente Sandinista de Liberación Nacional y dos de sus hijos cayeron en los años 80, defendiendo las conquistas durante el triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
Angelina acompañó a Amanda Aguilar hasta su muerte, vivió con ella desde que Jacinto murió, y permaneció activa organizando al FSLN en los 90 que estuvo involucrada en la resistencia campesina para defender la tierra.
Angelina Díaz era la nuera de Amanda Aguilar, madre de su esposo Jacinto Hernández "Efigenio". Que cayó en combate contra la Guardia Somocista el 9 de septiembre de 1975.
Esta destacada mujer formó parte del Sindicato Agrícola en El Bijagüe Norte con Jacinto y Bernardino en los años 60, que sufrió la persecución de la GN y de los terratenientes de la zona, obligándolos a huir y luego a integrarse a la lucha armada que encabezaba el FSLN.
La persecución contra ellas, comenzó desde que se incorporaron al sindicato con Bernardino Díaz, en 1966. Por esa época la Guardia Nacional somocista llegaba a la finca El Carmen y les destruía en horas de la noche lo que habían cultivado por el día.
Al ser capturadas y llevadas a El Cuá, sufrieron momentos terribles.
"Nos sacaban a medianoche y nos decían que nos iban a matar si no decíamos la verdad, que nos iban a desaparecer. A muchas compañeras las violaron. A la Martina la violaron y abortó. A la Cándida Martínez la violaron también", recuerda.
Esta última era una chavala, casi una niña, cuando fue ultrajada por un guardia. No sabemos si le traicionó la memoria o fue un desliz periodístico, pero si bien ella menciona con el nombre de Martina a quien violaron y abortó”.
Sin duda alguna, Angelina Díaz Ochoa, es una de esas mujeres que nunca serán olvidadas por los nicaragüenses por su ejemplo y su lucha inclaudicable por los más desposeídos.
