Por Vicente Verdaguer
¡Dios! Recuerdo de la ingenuidad que mostraron muchísimos mandatarios que obligaron a la población al encierro, creyendo que con quince días o un mes de confinamiento lograrían vencer al virus. Ninguno parecía saber que el virus les estaría esperando cuando un mes o tres meses después abrieran la puerta.
¿Recuerdan uno que tras precipitar el encierro de su país, alardeaba de inteligencia mientras hablaba mal de México y Nicaragua? Y el hablador fue aplaudido y elogiado por los idiotas medios hasta la saciedad; aplaudido y admirado por haberse precipitado, por haber sido irresponsable obligando a su población a permanecer en encierro durante tres meses, prometiendo el milagro cada 15 días, hasta que las humildes gentes ya sin comida y más vulnerables que nunca, no tuvieron más alternativa que reventar el obligado encierro, y como es lógico, al salir masivamente, fueron fáciles presas del virus. Ese país fue y continúa siendo, uno de los más afectados por la pandemia.
¡Tanto que criticaron a Nicaragua, por no seguir esos protocolos equivocados! Y con qué arrogancia vociferaban los irresponsables desde los medios dañinos, con qué ímpetu sabihondo los agoreros de la muerte vaticinaban miles de fallecidos para nuestra Nicaragua, como un tal dizque epidemiólogo Ramírez que aseguró que serían 23 mil los que perderían la vida y casi un cuarto de millón de contagios al 10 de mayo. ¡Cómo lucharon estos irresponsables mentirosos-engañadores-manipuladores para implantar el miedo y provocar la paralización del país que han estado buscando desde el fallido golpe de Estado en 2018!
Ellos fracasaron
Pero no lograron engañarnos esta vez. Los nicaragüenses en mayoría nos mantuvimos activos, cuidándonos del virus pero activados en el trabajo. Nicaragua ha sido de las pocas naciones del mundo con autoridades visionarias que, sin inculcar el miedo, condujeron al país por el camino correcto, enfrentando la pandemia desde una visión amplia: salud y economía, sin estresar a la población, sin someter al sacrificio del hambre al pueblo humilde ya dañado por vendepatria y por el estrangulamiento gringo. Hemos sido el único país de Centro América sin colapso hospitalario.
¿Se imaginan si tuviéramos un gobierno de espaldas al pueblo, como el de Ecuador? Hablo de Lenín Moreno, el que traicionó al presidente Rafael Correa. En Ecuador las muertes por Covid-19 sobrepasaron la capacidad de producir ataúdes. Para resolver tuvieron que usar bolsas plásticas y ataúdes de cartón pues las personas morían en las calles sin ser atendidas y allí quedaban por días. Hasta hoy, Ecuador reporta 5,897 muertes, pero su Registro Civil indica que durante los cinco meses de pandemia hubo 25,519 muertes más que en 2019, y que la tasa de mortalidad pasó de 176 a 319 por cada 100 mil habitantes.
Según el diario The New York Times, en un artículo publicado en abril cuando ocurría el pico de contagios y muertes, los informes de mortalidad por Covid-19 eran 15 veces mayores que los oficialmente reportados. ¿Se imaginan a Nicaragua con un gobierno como ese? O como el gobierno golpista de Bolivia de la rubia porno Añez, quien debido a la situación producida por el Covid-19, muy parecida a la de Ecuador, emitió hace dos semanas un decreto oficial que declara a Bolivia en "calamidad pública"
El gobierno sandinista siempre ha tenido pensamiento propio y fue por eso que resolvió con sabiduría la situación, tomando en cuenta todas las variables que nos afectan entre las que está, la permanente intención de los seudopolíticos vendepatria de caotizar la nación. Nicaragua resolvió teniendo en cuenta nuestro estado económico destruido en 2018 por esa banda de delincuentes y enfrentando la pandemia con sentido colectivista revolucionario, organización comunitaria, salud pública y pragmatismo. Gracias a Dios este gobierno nuestro no se dejó intimidar por la campaña sucia aterrorizante en medios y redes, ni por las instrucciones de tecnócratas vendidos a los intereses de las súper-farmacéuticas, que al implementarlas tenían mucho de suicidas.
En este momento ningún medio ni ninguna de esas autoridades mundiales que propiciaron el colapso económico mundial, reconocerá que el gobierno nicaragüense actuó con mesurado razonamiento y analizando el problema desde todos los ángulos. Ningún medio pro-gringo tendrá la humildad para reconocerlo, aunque los nicaragüenses caminemos tranquilos, libres y ya casi olvidados de los miedos. Nadie lo reconocerá aunque seamos de los primeros países en alcanzar la inmunidad de rebaño.
Pero a usted le quiero pedir algo: cada vez que usted escuche hablar de lo inútil y dañinos que fueron los confinamientos, o escuche de los miles que han perdido su trabajo, y que muchísimos de ellos por no tener empleo tendrán que regresar de EEUU o España, y escuche hablar de quienes perdieron sus casas, y le cuenten que son miles los que han comenzado a vivir bajo carpas de plástico en las aceras de las grandes ciudades, y que esta o aquella nación ha quedado endeudada so pretexto del virus, y que Nicaragua no, y lea que en tal país aumentaron los crímenes y la delincuencia, y peor aún, comience a escuchar que son millones los que tristemente estarán muriendo de hambre en el mundo, y cuando usted escuche hablar de esas y otras desgracias, entonces usted diga: ¡Nicaragua hizo bien!
