¿Cuántos árboles tiene el bosque formado por cada mujer y cada hombre que murió en combate contra los colonialistas españoles, los yanquis, los chamorro-oligarcas o los somocistas? ¿o que fue cobardemente asesinado por cualquiera de ellos y por todos ellos? ¿Cuántas flores y frutos han brotado de sus ramas? ¿a cuántos han alimentado de dignidad, consecuencia y convicción? ¿Cuánta agua albergan sus raíces? ¿cuánta sed de justicia y progreso han saciado? ¡Honor y gloria a su sacrificio! Los que aún vivimos después de aquellas victorias formidables de 1979, de los años 80, de cada elección desde 2006, o desde abril de 2018, les honramos hoy con firmeza, lágrimas y potencia para liquidar a los patricidas, para derrotar a los yanquis, para exterminar la pobreza. Que las flores, frutos y agua de ese bosque nuestro con esos miles de árboles erguidos, imponentes, majestuosos, alimenten hasta la eternidad cada corazón nacido en estas tierras para que la Patria siga siendo el pueblo mismo y para que la Revolución sostenga sobre sus hombros a los patriotas. ¡Que viva el 19 de julio!, ¡que viva el FSLN!, ¡y que viva Daniel!
Por William Grisgby Vado
