La Asamblea Nacional convocó para mañana martes una sesión especial en la cual se solicitará al presidente de la República Daniel Ortega y a las demás instituciones del Estado que denuncien la carta de la OEA, a fin de que Nicaragua inicie el proceso de abandono a ese organismo.
Por Radio La Primerísima
La iniciativa se da, debido a la resolución que emitió el pasado viernes la OEA, tras los comicios generales realizados el pasado 7 de noviembre en el país, acción que refleja una clara falta de respeto a la soberanía, la independencia y autodeterminación del pueblo nicaragüense, informó este lunes el presidente del parlamento, Gustavo Porras.
“El día de mañana hemos convocado a una reunión del plenario para discutir esa declaración de rechazo a esa actitud, pero también queremos decir que estamos discutiendo y vamos a solicitar al resto del Poder del Estado de ir manifestándonos para no permitir que continué esa acción irrespetuosa e injerencista por parte de ese organismo que por todos ha sido identificado como una especie de ministerio de colonia del imperio yanqui”, expresó.
Con el rechazo enérgico y rotundo de las instituciones del Estado, Nicaragua iniciaría el proceso de desvinculación de la carta constitutiva de la OEA, la cual fue creada en 1948.
“Vamos a discutir en este momento porque queremos llegar a un consenso para instar al jefe de Estado Nicaragüense, Presidente de la República y Jefe de las Fuerzas Armadas a que denuncie la carta de la OEA, ese es el objetivo que nosotros tenemos de discusión; nuestra declaración de rechazo a la actitud injerencista y nuestro llamado a otros poderes de Estado para que pongan de manifiesto su rechazo y el camino de la lucha por la autodeterminación, la independencia y la soberanía de nuestro país e instamos al Jefe del Estado nicaragüense que haga la denuncia de la carta de la OEA ante estas actitudes, la denuncia a la carta de la OEA que significa que nosotros no podemos seguir aceptando injerencia sobre las decisiones que nosotros los nicaragüenses tenemos que tomar”, subrayó Porras.
Cabe recalcar que el margen de tiempo antes de un país abandone la entidad es de dos años, durante ese lapso, el Estado renunciante tiene los mismos derechos y obligaciones de cualquier miembro en cumplimiento del artículo 143 de la carta de la OEA.
