Como una modesta contribución al debate y la reflexión histórica para construir identidad y memoria colectiva, desde una manera distinta e irreverente de ver e interpretar la dinámica de la historia nacional como proceso y evolución, regresiva y progresiva, movida por el conflicto con esperanza y compromiso...
En honor a Cleto Ordoñez Bermúdez (Granada, 1778- San Salvador, 1839).
Líder, hace 200 años, de la 1ra. Revolución Popular Antioligarca y Antiimperialista (1822-2022)
En honor a Benjamín Francisco Zeledón (La Concordia, 1879 – Niquinohomo 4.10.1912).
Héroe nacional, 110 años de la rebelión nacionalista contra la intervención y la sumisión (1912-2022).
Como
una modesta contribución al debate y la reflexión histórica para
construir identidad y memoria colectiva, desde una manera distinta e
irreverente de ver e interpretar la dinámica de la historia nacional
como proceso y evolución, regresiva y progresiva, movida por el
conflicto con esperanza y compromiso, con frustraciones y aciertos que,
desde la brevedad de esta esquematizada síntesis se corre el riesgo de
omisiones al discriminar eventos y visualizar lo relevante según la
parcialidad del observador de los sucesos y circunstancias, la historia
de Nicaragua de los últimos dos siglos, -después del forzado olvido que
del pasado pretendieron imponer los colonizadores y conquistadores y sus
sucesores-, ha tenido acontecimientos o hitos históricos claves que
marcan encrucijadas y modifican las circunstancias en el devenir del
tiempo.
Estas son las principales:
Cinco (5) independencias iniciando con la separación de España el 15 de septiembre de 1821,
Tres (3) revoluciones iniciando
con la rebelión popular anti-oligarca y antiimperialista que contribuyó
a propiciar la segunda independencia al proclamarse la República
Federal de Centro-América, y
Cinco (5) luchas de liberación nacional y por la defensa de la soberanía, desde la Guerra Nacional de Centro-América que expulsó al invasor.
I. Independencia como proceso: cinco (5) independencias
El Acta de Independencia de Guatemala del 15 de septiembre de 1821 ,
a pesar de ser asumida con premura, centralizada y desde la cúpula de
la Capitanía General, tiene un impacto trascendente al cesar el período
de sometimiento colonial e inaugurar con la separación de España, la
primera Independencia , que llevará, cuatro meses después, por
predominio imperialista-conservador, a anexarse al Imperio Mexicano;
aunque cesó la sumisión a la monarquía, se cayó en la tutela imperial
para preservar estructuras y privilegios de las clases, hasta que, el 1ro.
de julio de 1823, se impuso, al extinguir el efímero imperio, la
voluntad soberana de los pueblos para conformar la República Federal de
Centro-América con las Provincias Unidas de Centro-América, dando lugar a
la segunda Independencia .
Esta
progresista y utópica aspiración liberal-unionista fue limitada por las
contradicciones internas ante la influencia separatista
conservador-clerical-oligarca que llevó a la disolución de la
Federación, creó Estados independientes y soberanos, entonces ocurrió en
el concepto de la independencia como proceso, la Tercera Independencia
.
Los estados lo hicieron en distintas fechas, Nicaragua fue el primero, la declararon el 30 de abril de 1838 sin renunciar a la aspiración de un pacto federal.
La invasión de mercenarios de EE.UU. (1856-57)
traídos por el irresponsable contrato con los democráticos (liberales),
bajo patrocinio-complicidad norteamericana en expansión imperial,
amenazó la independencia de la nación centroamericana; aprovecharon la
crisis de la guerra civil en Nicaragua desde 1854 por la ambición oligarca-legitimista (conservadores) y la intolerancia liberal.
El Acuerdo nacional para expulsar al invasor esclavista, sobreponiendo las diferencias locales, inició el 12 de septiembre de 1856 la Guerra Nacional de Centro-América.
La capitulación y posterior salida de los filibusteros el 5 de mayo de 1857 finalizó la Guerra Nacional: fue el triunfo centroamericano que reafirmó la soberanía nacional en esta cuarta Independencia.
Después de la intervención norteamericana de 1927 que enfrentó con dignidad nacional patriótica la guerra antiimperialista, quedó instalada, al producirse el asesinato a traición de Sandino en febrero de 1934, la Dictadura Somocista, régimen dinástico de exclusión y represión auspiciado por EE.UU., hasta que, la lucha
popular por la Liberación Nacional, asumida de manera orgánica por el
FSLN desde 1961, logró la victoria con la Revolución Popular Sandinista; fue derrotado el 19 de julio de 1979 el sistema decadente y dependiente inaugurando una nueva etapa en la que se continua avanzando: es la quinta Independencia.
II. Tres revoluciones.
Aunque
el relato histórico de los siglos XIX y XX suele llamar “revolución” a
cualquier escaramuza, alzamiento, conflicto, golpe de estado o guerra
civil, y a los participantes los califican con ligereza de
“revolucionarios”, en realidad, por el impacto progresista del cambio
impuesto, por la visión político-social transformadora, por la
intensidad de las acciones desarrollados, más allá de la duración en el
tiempo, ha habido tres revoluciones.
1ra. La Revolución Popular, Anti-oligarca y Antiimperialista (1822-26) que lideró el mulato Cleto Ordoñez
con visión liberal y unionista, desde su origen social, con arraigo
popular, anti-oligarca y antiimperialista encabezó un movimiento
político, militar y social.
Fracasó en el intento de ocupar el cuartel de Granada el 9 de octubre de 1822; lo logró con éxito el 16 de enero de 1823.
Con el lema “Abajo los dones”, depuso
a las autoridades monárquicas y proclamó la igualdad de los ciudadanos,
influyó en las juntas gubernativa de León y Granada y en la primera
Constitución Política del Estado como parte de la Federación (abril
1826).
Los oligarcas conservadores se atrincheraron en Managua y El Viejo.
Cleto fue un héroe popular, se opuso a los privilegios de la
aristocracia criolla, herederos de la colonia, promovió un nuevo orden
político, económico y social.
2da. La Revolución Liberal Nacionalista que encabezó el autócrata militar José Santos Zelaya (1893-1909),
para avanzar en la conformación del estado nacional desde los intereses
de la naciente burguesía cafetalera de Managua, abrió la oportunidad
soberana de construir un estado moderno acorde a las necesidades
económicas, sociales y políticas, fortaleciendo la autodeterminación,
estableció la separación entre el estado y la iglesia, desde el espíritu
liberal progresista y con visión unionista centroamericana.
3ra. La Revolución Popular Sandinista (1979…) que vanguardizó el FSLN fundado por Carlos Fonseca;
para iniciar el largo camino de transformaciones populares para una
nueva institucionalidad política, jurídica, social y económica,
anti-oligarca y antiimperialista, con un modelo propio que se renueva en
el siglo XXI como cristiano, socialista y solidario, que reafirma la
soberanía, la independencia y la autodeterminación, fortalece la
dignidad popular hacia renovadas relaciones socioeconómicas por la
prosperidad común con equidad.
Entre
el inicio victorioso de la primera Revolución Popular Anti-oligarca y
Antiimperialista en enero de 1823 y el inicio de la segunda, la
Revolución Liberal Nacionalista en julio de 1893, transcurrieron 70 años.
Entre
el fin de la Revolución Liberal (1909) frustrada por la intromisión
extranjera y el entreguismo, lo que representa el ocaso del pensamiento
progresista liberal/nacionalista -todavía se manifestó con Benjamín
Zeledón-, y el triunfo de la tercera y actual, la Revolución Popular
Sandinista en 1979, transcurrieron otros 70 años.
III. Cinco luchas de liberación nacional y por la defensa de la soberanía.
Guerra Nacional de Centro-América (septiembre 1856 – mayo 1857), la guerra civil de 1854 propiciada por la ambición de Frutos Chamorro
-último Director de Estado- y su grupo oligarca granadino, por la
pretensión de reformar de manera arbitraria y excluyente la Constitución
de 1838 para clausurar la aspiración unionista, instaurar la República,
dejar atrás el Estado en la perspectiva del pacto Federal, instaurar la
figura de Presidente y matizar de rasgos conservadores la nueva
Constitución, agudizó las contradicciones con los democráticos
(liberales) quienes contrataron a los filibusteros inaugurando uno de
los más dramáticos episodios de la historia que por fortuna logró unir
las capacidades nacionales, de democráticos y legitimistas, y las
centroamericanas, contra al invasor que pretendía usurpar la soberanía y
la independencia de las recientes naciones.
La Guerra Nacional de Centro-América, reafirmó al concluirse, de manera victoriosa, la independencia.
Resistencia nacionalista y anti-interventora (1912):
frente a las pretensiones imperialistas de convertir al país en un
protectorado norteamericano con la complicidad entreguista conservadora,
el último reducto de dignidad del liberalismo progresista y
nacionalista heredado de la Revolución de 1893, representado por el
patriota, jurista, político y diplomático Benjamín Francisco Zeledón
Rodríguez, se alzó con patriotismo contra el invasor norteamericano y
sus lacayos, sin rendirse fue inmolado por su heroica resistencia el
día de su cumpleaños 33, el 4 de octubre de 1912.
Su ejemplo es un legado inmortal.
Lucha Sandinista Antiimperialista por la Defensa de la Soberanía Nacional (1927 – 1934).
El 4 de mayo de 1927, -Día de la Dignidad Nacional
(2019)-, la guerra entre liberales y conservadores se convirtió en
lucha antiimperialistas por la Defensa de la Soberanía Nacional cuando
el patriota Augusto C. Sandino, se opuso al entreguismo y sumisión de
los traidores de entregar la soberanía a los norteamericanos. Sandino,
al frente del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, al que
Gabriela Mistral llamó “El pequeño Ejército loco”, enfrentó a los
marines invasores, propinó la primera derrota militar a EE.UU. con audaz
y férrea resistencia lo que le ganó respeto y simpatía de las voces más
destacadas de su tiempo; sembró la semilla de resistencia contra la
intervención y por la soberanía de los pueblos de NuestraAmérica.
Lucha
por la Liberación Nacional (1961 – 1979). La ocupación norteamericana
instauró, desde 1932, y de manera evidente, con el asesinato a traición
de Sandino por Somoza con la complacencia de EE.UU., una fuerza militar
de ocupación, la Guardia Nacional, y una dictadura, como principales
aliados e instrumentos para constituir un enclave político, militar y
económico que asegurara la hegemonía imperialista en el país y en la
región.
Era
indispensable la lucha popular y patriótica por la Liberación Nacional
para conquistar la autodeterminación, la capacidad de actuar con
soberanía y dignidad en la relación con las naciones del mundo, para
dejar de ser “patio trasero” o “patio delantero” del poderoso vecino del
norte, y desde la capacidad nacional desarrollar prosperidad común con
equidad y solidaridad.
Esa
lucha popular se prolongó durante más de cuatro décadas, llevó al
triunfo de la Revolución Popular Sandinista que representa la quinta
Independencia.
Defensa
de la Revolución Popular Sandinista (1980 – 1990…). El triunfo de la
Revolución Popular Sandinista fue el comienzo de un largo, difícil y
victorioso camino de lucha, resistencia y transformaciones.
El
rumbo de independencia y autodeterminación, la pérdida de privilegios
egoístas de las clases dominantes, la democratización de la economía, de
la tierra, la gestión política, la educación, la salud, la cultura y la
participación comunitaria para empoderar a los sectores populares y
excluidos, el compromiso por una vida digna, enfrentó, desde la
violación al derecho internacional la despiadada agresión militar,
económica y política de EE.UU. Fue superado con entereza, fortaleció el
temple revolucionario y evidenció una vez más la arbitraria y brutal
intromisión imperial cuando los pueblos deciden asumir un camino propio,
soberano y digno.
Otros
conflictos ocurridos son guerras civiles, levantamientos, rebeliones,
escaramuzas o golpes de estado por el control inter-oligárquico o de
restauración conservadora, entre una facción y otra sin que impliquen
cambios sustantivos en los ámbitos políticos, económicos y sociales, sin
pretender modificar las estructuras predominantes ni imponer a una
nueva clase social emergente o excluida.
Entre ellos: la guerra entre Cerna y Argüello en 1825, la guerra civil de 1854 – 1856 y la guerra constitucionalista 1926 -1927.
La
historia por la paz, la independencia y la soberanía ha sido un camino
de luchas y victorias; en el siglo XIX desde el prócer independentista
por la defensa de los derechos de los indios Tomás Ruiz y Cleto Ordoñez,
líder popular anti-oligarca y antiimperialista, hasta Sandino y Fonseca
en el siglo XX, ha estado sustentada en la convicción patriótica con la
que ofrendó su vida el héroe nacional Benjamín Zeledón: “que la
Soberanía Nacional simbolizada por nuestra bandera azul y blanco sea
efectiva y no la batan vientos intervencionistas”.
Lo afirmó su legítimo sucesor, Sandino: “es menester que el sol de la libertad brille en nuestros frentes…”.
https://franciscobautista.com/2022/10/04/nicaragua-dos-siglos-luchas-y-victorias-por-la-paz-y-la-soberania/