- He visto en los soldados un sentido espiritual admirable. Hablando con muchos de ellos, les he oído decir que la justicia estaba con ellos y que por eso vencían siendo tan inferiores. ¿Cómo ha conseguido inculcarles estos principios?
Sandino: Hablándoles muchas veces sobre ideales de la justicia y sobre nuestro destino, inculcándoles la idea de que todos somos hermanos. Sobre todo, cuando el cuerpo desfallece es cuando he procurado elevar su espíritu. A veces, hasta los más valientes decaen. Es necesario conocerlos, seleccionarlos. Y alejar el temor, haciéndoles ver que la muerte es un ligero dolor, un tránsito.
- Recuerdo haberle hecho referencia en algún momento al sentido histórico de Napoleón y Bolivar.
Sandino: ¡Ah, Napoleón! Fue una inmensa fuerza, pero no hubo en él más que egoísmo. Muchas veces he empezado a leer su vida y he tirado el libro. En cambio, la vida de Bolivar siempre me ha emocionado y me ha hecho llorar.
… - Déjeme que le abrace -me dice en una ocasión Sandino-, en vez de darle la mano. Este es nuestro saludo.
Del libro Con Sandino en Nicaragua la hora de la paz. Publicado en 1934. Autor Ramón Belasteguigoitia.
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Artículo de Ramón Pedregal Casanova.
Vine a Nicaragua desde España, hará de esto nueve años. Me entregué con pasión a mi misión y pronto descubrí que el hambre y la sed de justicia de un pueblo humillado y oprimido reclamaba más que el consuelo de las palabras el consuelo de la acción. He visto la explotación inicua del campesino aplastado bajo las botas de los terratenientes y de la guardia nacional; he visto como unos pocos se enriquecían obscenamente a la sombra del dictador somocista; he sido testigo del inmundo tráfico carnal a que se somete a las jóvenes humildes entregadas a la prostitución por los poderosos; he tocado la vileza, el escarnio, el engaño, el robo, la corrupción, la represión inmisericorde, las torturas en las cárceles por reclamar lo que era suyo. Y como nuestros jóvenes honestos, los mejores hijos de Nicaragua están en la guerra contra la tiranía opresora, yo he resuelto sumarme como el más humilde de los soldados del Frente Sandinista a esta guerra que en mi conciencia es justa. La insurrección revolucionaria puede ser legítima en caso de tiranía evidente y prolongada, que atente a los derechos fundamentales de la persona y dañe gravemente el bien común, ya provenga de una sola persona, ya de estructuras evidentemente injustas.
Carta de Gaspar García Laviana exponiendo el por qué se une al Frente Sandinista de Liberación Nacional. Gaspar García Laviana (1941 – 1978), misionero, nació en Les Roces (Asturias), asistió en una parroquia en Madrid y trabajó como obrero. Fue a Nicaragua a asistir en la parroquia de Tola (Rivas) y la de San Juan del Sur (Nicaragua). Se unió al FSLN en la montaña y llegó a formar parte de su dirección. Murió combatiendo al ejército somocista el 11 de diciembre de 1978.
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En
la primera parte de España - Nicaragua presentaba
el documento de Rubén Darío sobre España en uno de sus viajes, y
acompañaba sus palabras al final con la reflexión de Antonio
Machado
https://www.cubainformacion.
La segunda parte de “España, y, Nicaragua” se abre tratando de aportar a quien lee algunos aspectos históricos que hicieron Revolución, el primero es la conciencia política de su máximo representante, crecido en el pueblo y amando al pueblo hasta dar la vida por él, esa persona tan destacada fue el General Sandino, a quien, debido a sus valores humanos y de dirección, se ha titulado “General de Hombres Libres”.
Quedan recogidas aquí algunas de esas características como respuestas a varias preguntas de un periodista vasco, que sabiendo de su lucha libertadora lo presentó al mundo tal y como era. Continúa el capítulo con la enseñanza de un sacerdote asturiano, Gaspar García Laviana, que, repleto de los mejores sentimientos anticolonialistas y antiimperialistas, se fue a Nicaragua a luchar por la libertad del pueblo nicaragüense ingresando en el Frente Sandinista de Liberación Nacional. El triunfo del FSLN abrió la puerta a la transformación social con base de justicia, igualdad, soberanía política e independencia nacional.
Mostremos un ángulo que nos conduce a la Nicaragua de hoy: las revoluciones triunfantes pasan a formar parte del grupo de los países no alineados, organización cuya fundación partió de Cuba en 1961. El triunfo de la Revolución Sandinista sumó a Nicaragua al Movimiento de los No Alineados en 1979, y Venezuela lo hizo con el Presidente Chávez en 1989. Curiosamente de Europa tan solo Azerbaiyán (2011) y Bielorrusia (1998) son los países que se encuentran en los No Alineados.
Los cuatro principios en los que se basan los MNOAL hoy son leídos con suma atención: Política independiente con coexistencias de Estados en diferentes sistemas políticos y sociales y en el no alineamiento, o permanecer en la tendencia hacia ello. Apoyar los movimientos de independencia nacional. Los acuerdos establecidos con potencias no pueden ser resultado de los conflictos entre grandes potencias. Y por último: si el país concede la estancia de bases extranjeras a una potencia no puede ser el resultado de los conflictos entre grandes potencias.
El gran valor de los cuatro puntos mencionados que aunaban a 120 países llevan a la creación del Grupo de los 77 + China, que hoy ya son 134 países, y programan la práctica que de soluciones a los problemas que tienen, cuyas causas, ha subrayado el Presidente Díaz Canel se encuentran en: “… el injusto orden económico internacional que ha exacerbado la marginación económica y científica de muchos países y al interior de ellos, con graves consecuencias para las naciones del sur”. En este espacio político que viene a definir el mundo que nace, que se denomina multipolar, ya deja de ser dominante EEUU, hemos recibido la noticia de la lucha de Nicaragua en el terreno internacional de justicia: la noticia la firman los países del Movimiento de los No Alineados en Baku (Azerbaiyán) la inmensa mayoría del mundo, reafirmando el derecho internacional, la soberanía de los estados y la paz mostrando su apoyo a la exigencia de Nicaragua del cumplimiento de la sentencia contra Estados Unidos:
“La persistente negativa de Estados Unidos a cumplir con el fallo de La Haya emitido hace 37 años, es una flagrante violación del derecho internacional y de la sentencia del más alto tribunal de justicia mundial”.
La declaración denuncia que Washington adopta un doble rasero en relación con el derecho internacional.
La
vicepresidenta Rosario Murillo expresó esta tarde
recientemente que Nicaragua tiene el derecho de reclamar a Estados
Unidos la indemnización (más de 17.000 millones de dólares que
deben desde 1987) por los daños de guerra y “por los perjuicios
que nos siguen causando con todas sus agresiones».
A la declaración del MNOAL debe añadirse la emitida por la CELAC, donde manifiesta su “neutralidad y pide soluciones diplomáticas serias y constructivas”, esa fue la respuesta a la UE, cuya pretensión era que la CELAC se pusiese contra Rusia.
Lo mencionado sobre los No Alineados, la CELAC, y debería añadirse la declaración del Foro de Sao Paulo denunciando las agresiones a Nicaragua encubiertas como “sanciones”, es un gran apoyo a Nicaragua, pues sus principios están en correspondencia con su política independiente y soberana.
En Nicaragua se trabajan desde los acuerdos geoestratégicos hasta la inversión en la lucha contra la pobreza, la masiva inversión en educación y salud, el 58% del presupuesto nacional, y el apoyo a la economía cooperativa, a la empresa mediana y pequeña y al empleo por cuenta propia, en esos sectores se encuentra el 70% de la población trabajadora, sectores denominados de “economía social”. El desarrollo que se impulsa tan decididamente cuenta conque esa Revolución no se haga sin el respeto a la naturaleza y la introducción de medidas de lucha contra el cambio climático.
Como forma de enriquecimiento político se impulsa la democracia participativa, representativa y directa, lo que hace protagonista al pueblo en las transformaciones que se realizan en la vida diaria y en los proyectos a futuro. Un dato ilustrativo del desarrollo, la revolución ha llevado la electricidad al 99% del país, de ahí que el crecimiento se supere año tras año teniendo como media el 5,1% anual, dejando atrás y derrotada la política neoliberal del enriquecimiento de una minoría que se despreocupaba del bien común, y como ejemplo el asunto energético, que venía a reducir la luz a la mitad del país y con apagones de 12 horas al día.
En los Planes del Estado nicaragüense figuran como prioritarios los de la vivienda y la igualdad de género, que ha llevado al país al reconocimiento mundial como uno de los primeros en el mundo, en todos los cargos de responsabilidad desde lo más grande a lo más pequeño el 50% lo ocupan mujeres. Pero además, se trabaja con el Plan que tiene como objetivo la inclusión de de toda la población sin hacer diferencias con los pueblos originarios, que, hasta la llegada del Sandinismo, no “existían” en la vida política del país, no se les reconocía, se prohibían sus idiomas, se ignoraba su cultura, … La Revolución ha venido para sacar a los pueblos originarios del ostracismo y reconocerles en la Constitución, impulsar el conocimiento de sus idiomas y alfabetizar y emplear en la educación el propio de cada pueblo y sostener el bilingüismo, además de poner por delante los derechos de sus derechos tanto territoriales como de gobernabilidad propia. No hay mejor punto brillante al respecto que el que su Estado se defina como multiétnico, con todo el respeto a las partes.
Mientras la propaganda de las corporaciones empresariales imperialistas sacan de manera sistemática a los gerentes de sus grandes burguesías dando lecciones dulces de su “jardín” racista y clasista, encontramos en los medios de comunicación revolucionarios de Nicaragua a las gentes del pueblo participando en la dirección de la construcción del poder popular: la gente del pueblo habla de las conquistas de los bienes comunes, desde los más necesarios a sus vidas hasta los bienes que se ven progresar en el tiempo y prometen desarrollo, tanto de conciencia ciudadana y entereza personal como riqueza material: las viviendas que se entregan a las familias, las calles que se asfaltan, los puentes que se construyen, nacen los centros de cultura, los hospitales, las comisarías de atención y cuidado de la mujer, se celebra cada conquista, se felicita por la distribución de alimentos para la infancia en los centros escolares, lo que es conocido como “merienda escolar”, se forma a las y los estudiantes en las últimas tecnologías, se prepara a profesionales de todas las ramas que el país necesita, agricultura, industria, pesca, ...
La enseñanza es gratuita y universal a cualquier edad. Se lleva a cabo la canalización de aguas residuales. Es continua la prevención de enfermedades en la práctica diaria familiar y en las calles y mediante la enseñanza y el compromiso participativo en el cuerpo medico-sanitario, la instalación de clínicas y hospitales que se abren en los lugares más recónditos donde el pueblo trabajador nunca había tenido ni personal médico ni centro en el que ser atendido. Se ha conseguido llevar del agua potable prácticamente hasta los rincones más difíciles del país. La limpieza de ríos y lagos, las campañas de repoblación forestal y cuidado de los bosques. La campañas de producción agrícola, la creación de carreteras que comunican todo el país, el cuidado de caminos y demás vías, el impulso continuo al mejor transporte, la progresión en desarrollo pesquero, minero, industrial, comercial, el crecimiento de los bienes que se disfrutan en primera persona y en el conjunto social que tanto enorgullece, lo material y lo espiritual alimenta la mejor cultura popular: el gran esfuerzo distributivo para bien de toda la clase trabajadora va cubriendo de mejoras cada palmo de país, el avance social es constatable, está a la vista.
A todo eso debe sumarse el proyecto de construcción del canal transoceánico, y aquí hemos dado con un paso geoestratégico de la mayor importancia que fortalecerá la autonomía de Nicaragua y convertirá al país en un centro mundial para el comercio, pues más del 80% de las operaciones comerciales en el mundo se realizan por vía marítima, y Nicaragua tiene los dos grandes océanos que hacen la comunicación de continentes.
Todo resulta impulsado por una dirección que defiende la soberanía, y que el porvenir, el camino del mañana, se establezca sobre la misma base, el país lo construye por el pueblo y lo defiende el pueblo.
Veamos algunos datos históricos, la finalidad es que nuestros ojos tengan presente la raíz y el hilo seguida a lo largo de la Historia de Nicaragua, de lo contrario se entenderá mal lo que acontece, pues la propaganda imperial nos situará en su pensamiento supremacista para despreciar la recuperación más humana frente al opresor. La piedra fundacional del imperialismo yanqui es lo que dieron en llamar el “Destino Manifiesto” que hace pública la siguiente declaración: “El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno”. Después vendrían a exponer su “Doctrina Monroe” declarando que “América es para los (ellos, imperialistas) americanos”; en el caso de Nicaragua ese propósito se cuenta por fracasos, hasta el punto de que en la sala de banderas de la Casa Blanca figura a un lado las “victorias” del ejército imperialista, y al otro las dos derrotas que reconocen con dolor: Nicaragua y Vietnam. Podríamos añadir otras tantas, pero …
Cuando hablamos de imperialismo no debemos olvidar aquel primero que instituyó la conquista del Caribe y América del Sur, para reconocer el pasado es preciso leer y releer la exposición de Bartolomé de Las Casas, y alcanzar las luchas por la liberación e independencia que habrían de subrayarse en la Historia del siglo XX con el nombre del General de Hombres Libres, Augusto C. Sandino, vencedor primero de los invasores yanquis, que declaró su ser originario: “Soy nicaragüense y me siento orgulloso porque en mis venas circula más que todo, la sangre india, que por atavismo encierra el misterio de ser patriota, leal y sincero”.
Su continuador triunfante es el Frente Sandinista de Liberación Nacional, en cuya primera fila combaten el Presidente Daniel Ortega y la Vicepresidenta Rosario Murillo, que son parte del pueblo transformador en el siglo XXI.