El Gobierno de Nicaragua sostuvo este lunes que, no se percibe
respuesta a los dolores de nuestras sociedades, abusos, aberraciones y
agresiones de las potencias y al injusto orden mundial que en todos los
aspectos más bien parece ir asfixiándonos más y más.
Por Radio La Primerísima
Durante su participación en la 79° sesión de la Asamblea General de
las Naciones Unidas (ONU). El Canciller de la República, Valdrack
Jaentschke, en representación de Nicaragua, participa este lunes 30 de
septiembre, dijo que la pretensión de supremacía y los apetitos
perversos de sometimiento y barbarie, como en los más terribles tiempos
que llamaron colonización para empeorar.
“Cataclismo, tras cataclismo, vamos extiendo la guerra, como método
salvaje del imperialismo y capitalismo, también salvajes, bárbaros y
fieros, caminando hacia la extinción de todos los seres vivos y
negándonos a aceptar que solo la paz puede vencer”, señaló.
En este sentido,el diplomático dijo que la paz es la justicia, es la
convivencia armoniosa, es la cooperación, es el avance de la libertad,
dignidad y soberanía de los pueblos que nos asegura a todos y todas,
mejores tiempos de la historia.
Mensaje íntegro:
Después de escuchar tantos análisis, la descripción de tantas
desgracias y calamidades, el detalle de los holocaustos que nos afligen
como familia humana…
Después de ver y observar el brillo de tanta Inteligencia, nos queda
el silencio, el vacío, porque entre tanto que sabemos, o que creemos
saber, no encontramos, no percibimos, respuestas comunes a las
fragilidades y dolores de nuestras sociedades, a los abusos y
aberraciones, a las agresiones de las potencias, y al injusto orden
mundial que en todos los aspectos más bien parece ir asfixiándonos más y
más, a pesar de nuestro conocimiento, experiencia, y el espíritu que
como seres humanos debemos nutrir, para iluminarnos mejor.
Las catástrofes de la injusticia, la pretensión de supremacía, los
apetitos perversos de dominio, sometimiento y barbarie, como en los más
terribles tiempos de lo que llamaron colonización o conquistas, parece
empeorar, perennizando la esclavitud de la Humanidad a los sentimientos
más innobles, a la avaricia, a la codicia, y a la imposición de unos
sobre otros, alejando los principios y valores de Igualdad y derechos
que con tanto sufrimiento, la humanidad y la Inteligencia creían haber
establecido.
Cataclismo tras cataclismo, vamos extendiendo la guerra como método
salvaje del imperialismo y el capitalismo también salvajes, bárbaros y
fieros, caminando hacia la extinción de todos los seres Vivos y
negándonos a aceptar que sólo la paz puede vencer. Porque la paz és la
justicia, és la convivencia armoniosa, és la cooperación respetuosa, és
el avance de la libertad, la dignidad y la soberanía de los pueblos, que
nos asegura a todos, mejores tiempos de la historia.
Pero la paz aparece hoy como uno de las más ardientes fantasías y
ensueños. No vivimos caminos de paz, y por supuesto, tampoco conocemos
esa paz Justa y duradera que pueda verse como el camino hacia un mundo
de hermandad, alegría y solidaridad.
Cada mañana amanecemos, en tantas partes de nuestro planeta, ante
muertos y más muertos, sacrificados en las hogueras de la insulsa
superioridad de unos… muertos y más muertos que pesan o deben pesar en
la conciencia de los guerreristas, comerciantes y traficantes de guerras
apocalípticas, impuestas por quienes a sangre y fuego, arrasando seres,
culturas, tierras, esclavizando, crucificando, pretenden que la Vida
sea a su gusto, antojo y conveniencia.
En esta masacre, cotidiana, cuántos pierden, o perdemos, y
particularmente en la esfera de los sentimientos y emociones más humanas
y profundas, desde el amor, la fraternidad y la esperanza que los seres
humanos parecemos estar abandonando. Esos Valores son indudablemente
víctimas del Infierno que nos venden como paraíso, y de las satánicas
majestades que, desconociendo las tragedias que imponen, se olvidan del
principio elemental y básico de la civilización, que debería ser el
poder de todos, por el bien de todos.
Perdemos el alma cada día, y no porque la vendamos al demonio, a los
diablos, sino porque nuestras generaciones, que deberían haber
aprendido tanto de los millones de seres humanos sacrificados a lo largo
de la historia en las hogueras de vanidades y ambiciones, de egoísmos
fatales y de fracasos no interiorizados, los enemigos de la paz,
pretenden y parecen ir lográndolo, convertirnos en el más árido de los
desiertos, en términos de esa espiritualidad que no vemos, que
desconocemos, y de las fortalezas de la conciencia humana, que no
aplicamos.
Entre todas las agresiones, barbaries, ataques, crímenes, entre
todas las arremetidas satánicas, infernales, entre todas las evidencias
del mal, venciendo al bien, sí nos queda a los pueblos que sabemos
luchar, nuestra cultura y experiencia espiritual “de Dignidad y Decoro
Nacional”. Esa és nuestra grandeza. Ese és nuestro Patrimonio más
preciado. Ese és el Reino de Dios en la Tierra. Ese és el inicio, la
alborada de un mundo nuevo que va naciendo entre angustias, sufrimientos
y dolores, forzados e impuestos por esas mentes enfermas que no ven, no
quieren ver, este otro mundo, e intentan seguir habitando, para su
provecho, con siglos de atraso, el viejo y sangriento mundo.
Cuántos dolores, cuántas batallas, cuántas cadenas, cuánta
esclavitud, y todas forjando el acero de nuestra condición humana, que
va caminando de verdad en verdad, de despertar en despertar, de coraje
en coraje, de arrojo en arrojo, cada día acumulando, paradójicamente,
más gloria y más victorias de la verdad verdadera, y del espíritu humano
que debemos, entre todos, hacer prevalecer.
Nadie puede arrebatarnos la certeza de un mundo nuevo. Nadie puede
arrebatarnos la realidad de un mundo fraternal, de comprensión,
solidaridad y cooperación respetuosa, en el presente y para el porvenir
de todos.
En el viejo mundo, diseñado por los “conquistadores”, quedarán
frustrados ellos, tristes y solos, con la condena y el repudio de los
que hemos aprendido a reverenciar el Amor, a desterrar las grotescas
imposiciones del odio, a enterrar las humillaciones, las degradaciones,
indignidades, y sobre todo, a desconocer el terror, el miedo con el que
nos azuzan y quieren intimidar, los condenables de la tierra.
Nunca de rodillas ! Nunca condescendientes con los enemigos de la
paz, o del bien común. Nunca esclavos del egoísmo o la avaricia, y nunca
ciegos ante la atrocidad que algunos convierten en regla de vida, o
frente a la falsaria narrativa de los hipócritas, que con técnicas y
tácticas artificiales y de celuloide multicolor, o tecnicolor, quieren
vendernos e instalarnos un mundo infantil, ficcional, cegatón, sordo y
mudo, paralítico, exonerando a los culpables de tantos crímenes de lesa
humanidad.
No nos callamos, ni nos callaremos ! denunciamos y condenamos el
genocidio que el Gobierno de Israel y sus aliados en el primer mundo,
han cometido, cometen y siguen cometiendo contra el glorioso pueblo
palestino, contra el valiente pueblo de el Líbano, y contra tantos otros
pueblos valientes, bravos y dignos que no se subordinan a la
brutalidad.
No nos callamos, ni nos callaremos ! denunciamos y condenamos las
agresiones contra Siria, Irán y tantos otros grandiosos y batalladores
hermanos en todos los Continentes.
No nos callamos, ni nos callaremos ! denunciamos y condenamos la
ocupación y usurpación de derechos de pueblos y países, como Haití…
No nos callamos, ni nos callaremos ! denunciamos y condenamos la
sistemática política de exterminio de culturas y derechos que las
potencias coloniales e imperialistas mantienen contra pueblos,
Gobiernos, países, que como Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua,
integramos la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestramérica,
ALBA, en una estratégica unidad de defensa de nuestras soberanías,
independencias y legítimos caminos y modelos propios de
institucionalidad, protagonismo y democracia participativa y directa,
que ejercemos.
Somos solidarios con todos los países y pueblos afectados por la
bestialidad, la brutalidad que se desató y se desata contra nuestra
Madre Tierra y nuestros recursos, generando lo que se conoce hoy como
cambio climático, que no és sino el egoísmo y el saqueo de nuestros
recursos planetarios, que ha degenerado en profusión de desastres de
todo tipo, que no son naturales, que exigen justicia climática, que han
sido y son impuestos por los codiciosos esclavistas, filibusteros y
saqueadores de este Mundo, sin consideración o indemnización, reparación
o compensación, contra los que más perdemos.
Nos unimos en hermandad, solidaridad y complementariedad en las
justas luchas por seguridad alimentaria, seguridad sanitaria, seguridad
en educación, seguridad de derechos, seguridad humana, derechos a los
que jamás renunciaremos.
Nos unimos, por supuesto, en la lucha impostergable y cotidiana
contra el Terrorismo en todas sus formas, contra el Narcotráfico y el
Crimen Organizado, contra los vicios y actividades delincuenciales que
nos han impuesto para debilitar nuestras instituciones, modelos y
prácticas, y para fortalecer la injerencia, desde políticas y
modalidades que nos invaden y propician instalar formas y modos de vida
que nos son ajenos, generando además, una imagen de lastimosa
incapacidad o mendicidad, que de ninguna manera aceptamos.
A los invasores e injerencistas con disfraces de oveja, piel de
oveja, y bocas de lobo, les decimos: somos pueblos ricos en cultura,
recursos y modelos comunitarios. Y de valores, que han sido y son
desfigurados, difamados y esquilmados… No aceptamos que nos conviertan
en suplicantes menesterosos, porque no somos, desde una fachada de falsa
bondad y generosidad. Sus intereses son evidentes y esta modalidad de
interferencia en nuestros propios asuntos, és, no sólo inaceptable, sino
denunciable e improcedente.
Tenemos derecho a todas nuestras libertades y a la dignidad suprema
del espíritu y la cultura, de la conciencia y el convencimiento, del
aprendizaje y la congruente, permanente y humilde peregrinación, que nos
lleva a aprender de todos, a incorporar todo lo bueno, y a desechar y
repudiar todo lo que busca convertirnos en conglomerados serviles,
divididos por las estrategias de los Imperialistas de la Tierra.
Defendemos nuestros supremos sueños, con Bolívar, Martí, Sandino,
Morazán, y tantos grandes seres que nos antecedieron y nos anticiparon
el deber de luchar, luchar, luchar, para vencer, vencer, vencer.
Nada és gratis en este mundo. Debemos crecer en conciencia y corazón
todos los días, absolutamente lúcidos, absolutamente claros, y
absolutamente convencidos y consecuentes, porque sólo la unión de los
pueblos del planeta hará desistir a los Imperialistas de la Tierra. Sólo
la unión les hará retroceder, aunque sigan maquinando sus crímenes, y
nosotros descubriéndolos, desvirtuándolos, evidenciándolos, haciéndoles
frente, y derrotándolos.
En el ALBA luchadora y victoriosa somos uno con Chávez, Nicolás, y
su gran pueblo, en todos los tiempos. Somos uno con Cuba de Fidel, Raúl,
Miguel, y su digna y formidable resistencia. Somos uno con Bolivia y
sus respetables caminos. Somos uno con Honduras y sus retos. Somos uno
con todo Mesoamérica y los desafíos que enfrentamos. Somos Uno con
Asia, con los Pueblos Árabes, con los pueblos de esa África Negra que
entre nosotros también habitan.
Somos uno con la Federación de Rusia en sus grandes batallas contra
el bestial fascismo, batallas en las que seguramente venceremos todos.
Somos Uno con la República Popular China que nos enseña tanto, que
nos traslada su magnífica y gran Experiencia de construcción del
bienestar de su pueblo, y de la solidaridad con el mundo entero, por una
comunidad de futuro.
Somos Uno con todos los luchadores y guerreros del mundo y con las
fuerzas de firmeza y dignidad que siempre hemos tenido y que hoy, más
despiertos que nunca, no dejamos que nos crucifiquen. Al contrario,
levantamos con orgullo y alegría nuestras banderas y sstandartes, porque
sabemos que la humanidad y el espíritu humano deben vencer, y
venceremos, y prevaleceremos. Sólo así preservamos y acrecentamos los
más altos ideales y valores de esa humanidad que somos todos.
Desde nuestra Nicaragua, bendita, digna, siempre soberana,
cristiana, socialista y solidaria, nuestro abrazo a todos los que en el
mundo queremos paz, cariño, respeto, derechos y bienestar. Con todos
unidos siempre, vamos adelante, al siempre más allá de nuestro
victorioso General Augusto Sandino, y en la inmortal poesía de nuestro
gran Rubén Darío, y sus Cantos de Esperanza.
Un gran vuelo de cuervos mancha el azul celeste.
Un soplo milenario trae amagos de peste.
Se asesinan los hombres en el extremo Este.
¿Ha nacido el apocalíptico Anticristo?
Se han sabido presagios y prodigios se han visto
y parece inminente el retorno de Cristo.
La tierra está preñada de dolor tan profundo
que el soñador, imperial meditabundo,
sufre con las angustias del corazón del mundo.
Verdugos de ideales afligieron la tierra,
en un pozo de sombra la humanidad se encierra
con los rudos molosos del odio y de la guerra.
¡Oh, Señor Jesucristo! ¡Por qué tardas, qué esperas
para tender tu mano de luz sobre las fieras
y hacer brillar al sol tus divinas banderas!
Surge de pronto y vierte la esencia de la vida
sobre tanta alma loca, triste o empedernida,
que amante de tinieblas tu dulce aurora olvida.
Ven, señor, para hacer la gloria de ti mismo;
ven con temblor de estrellas y horror de cataclismo,
ven a traer amor y paz sobre el abismo.
Y tu caballo blanco, que miró el visionario,
pase. Y suene el divino clarín extraordinario.
Mi corazón será brasa de tu incensario.
Rubén Darío
Hoy recordamos al nicaragüense, padre, sacerdote, Canciller de la
Dignidad y Decoro de nuestros pueblos, Miguel d´Escoto Brockmann, quien
luchó y nos heredó la responsabilidad de batallar por la Refundación de
las Naciones Unidas, para que sirvan al debate y al combate por la
justicia, el derecho a la armonía y la felicidad de los pueblos. Las
Naciones Unidas como Instrumento precisamente de las Naciones para
denunciar, condenar, rechazar, repudiar, todas las abominaciones y
aberraciones que se cometen contra todos nosotros, y alentar el bien, el
cariño, y desterrar la maldad, el oprobio y los odios en nuestras
relaciones, que deben ser de Hermanable Convivencia.
Arriba los pueblos del mundo !
La Tierra debe ser el paraíso
de toda la humanidad !
El Mundo será distinto y mejor
para eso trabajamos
para eso nos unimos
en eso creemos !
Con todo el cariño del pueblo de Nicaragua, del Presidente,
Comandante Daniel Ortega, y la Vice-Presidenta, Compañera Rosario
Murillo.
Managua, 30 de septiembre, 2024