Valentía para vencer y vivir; aplacar infiernos y abrir horizontes


Las autoridades nicaragüenses destacaron este miércoles el Congreso Mundial contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares que se realiza en Venezuela y sostienen que estos encuentros como este nos permiten unirnos más, reunir afinidades, hermandades, solidaridades y voluntades.

Por Consejo de Comunicación y Ciudadanía

Aseguran que el fascismo se ha ensañado en millones de personas que han sido abusadas, despojadas de su dignidad y su vida, en el absurdo y demoniaco afán de perpetuar una funesta doctrina de dominación.

Expresan que es una doctrina maligna que no ha podido liquidar la fortaleza y la fuerza del espíritu humano.

¡Y se alcen los pueblos!

Al compañero Nicolás Maduro Moros

El fascismo como doctrina maligna ha buscado liquidar la fortaleza y la fuerza del espíritu humano, sin lograrlo, por supuesto.

El fascismo se ha ensañado en millones de personas que han sido abusadas, despojadas de su dignidad y su vida, en el absurdo y demoniaco afán de perpetuar una funesta doctrina de dominación.

El fascismo representa los desvalores satánicos de los peores demonios, que han propiciado la oscurana, la destrucción, la muerte por suplicio y genocidios, en una subcultura de exterminio de la luz, las luces, la espiritualidad, y la conciencia.

Y esa malignidad se ha originado, o ha penetrado, hasta las religiones, que en nombre de los sacrosantos símbolos de la fe, han pervertido su razón de ser, y se han abanderado como ejércitos de la oscuridad, como armadas diabólicas, burlando los esplendores de las civilizaciones y de la raza humana.

El fascismo tiene nombre y apellido según los tiempos. El pretendido dominio colonial, neocolonial, imperial e imperialista, fue y es puro fascismo. Apagó o quiso apagar la fuerza de las lenguas nativas, de los rituales, magia y tradiciones de las culturas propias; pretendió separarnos de nuestras deidades, e imponernos las prácticas infernales que les son propias, conquistando almas, y sepultando cuerpos.

El fascismo hoy se manifiesta en absurdas guerras de agresión en tantas partes del mundo, donde desde un modelo insolente, devaluante, propio de la ignorancia y la maldad, siguen pretendiendo alejarnos de nuestras potentes identidades, valores y costumbres, intentando el despojo de nuestro ser, para lanzarnos en llamas de avaricia y poder omnímodo, como los más vulgares y ruines esperpentos de toda la historia de la humanidad.

El fascismo hoy adquiere nuevos lenguajes de guerras tecnológicas y de control cultural e informativo, para silenciar nuestras voces y extender sus pérfidos dominios incinerando nuevamente culturas, creencias, capacidades, y potencial inteligente.

Como familia humana vivimos momentos definitorios. Somos seres de lucha, de coraje, de honor. Nuestra determinación, nuestra decisión, nuestra definición invariable es valentía para vencer y vivir. Para aplacar infiernos y abrir horizontes.

Encuentros como este nos permiten unirnos más, reunir afinidades, reunir hermandades, solidaridades y voluntades, reunirnos para proclamar que somos seres espirituales extraordinarios, dignos, inspirados y ejemplares combatientes del presente, y el futuro de patria y humanidad.

Frente al fascismo criminal, frente a todos los intentos de subyugar, dominar y despojar, los pueblos nos alzamos, y sabemos que siempre más allá, en unión para triunfar, prevaleceremos entre grandes combates de una hermandad que suma, que construye, que quiere, que exige, que demanda paz y bien. ¡Justicia y verdad!

¡Vencemos y venceremos, compañeros, camaradas, hermanos! La Patria, que somos todos, vive también magníficos tiempos de heroísmo y fe. ¡La patria, el honor, el vigor, el valor y la gloria son inmortales! La Patria, “paraíso de toda la humanidad”. ¡Es la victoria!

¡Abracémonos todos en la lucha final y se alcen los pueblos con valor con las banderas de un mundo justo, solidario y mejor!

Managua, 11 de septiembre, 2024

¡Nos saludamos desde Nicaragua a Caracas y el mundo combatiente!

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