EEUU lanza descarado plan intervencionista para tumbar al FSLN

Un documento revelado este viernes en el programa "Sin Fronteras", de radio La Primerísima, devela un plan orquestado y financiado por Estados Unidos para poner en marcha un nuevo intento golpe de estado en Nicaragua en los próximos dos años, pues parte de la premisa que el presidente Daniel Ortega ganará las elecciones en 2021.
Wiston López. Radio La Primerísima
El documento de 18 páginas, una especie de términos de referencia para contratar a una empresa que se encargue del plan subversivo e intervencionista, tiene el código RFTOP No: 72052420R00004, con el título «Responsive Assistance in Nicaragua» (Asistencia receptiva en Nicaragua)

En el convenio, se detalla que la empresa contratada, se encargará de ejecutar un plan de varias fases antes, durante o después del 2021.

Los fondos para poner en marcha dicho plan serán suministrados por Estados Unidos a través de la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), en colaboración con USAID, y utilizarán a la sociedad civil de Nicaragua para desestabilizar el país.

En el documento se establecen tres escenarios de lo que el gobierno de EEUU llama "transición democrática en Nicaragua". El primero es que, tras crear una nueva crisis, el presidente constitucional Daniel Ortega renuncie; el segundo que hayan elecciones anticipadas provocadas por una crisis que ellos mismos causarían y gane la oposición y tercero, que el FSLN gane las elecciones, con resultados que sean o no reconocidos por el pueblo nicaragüense y por la comunidad internacional.

El plan supone, a partir de informes de los propios agentes de EEUU, que Daniel y el FSLN pueden ganar las elecciones en el 2021 de manera transparente.


Añade que el propósito del plan es proporcionar los recursos para crear las condiciones de un golpe de estado en Nicaragua, a través de socios locales que EEUU denomina "sociedad civil", medios de comunicación, empresarios y estudiantes.

Disolución de fuerzas armadas y persecución política

Otro de los aspectos que deja claro el documento, es que si la oposición logra vencer al FSLN, inmediatamente el nuevo gobierno debe someterse a las políticas establecidas por AID, ya que los lineamientos a seguir están diseñados.

Según el plan golpista, una vez asuma el poder la oposición estos deberán dar persecución política a los militantes sandinistas, y disolverán a la Policía Nacional y el Ejército de Nicaragua, entre otras instituciones.

La AID deja claro que es la presión interna en el país la que eventualmente provocaría el golpe de estado, por lo que llama a sus actores a profundizar la crisis política, económica y también la de salud, teniendo en cuenta el contexto del Covid-19.

Al estar claros que en 2021 el FSLN puede resultar victorioso en las elecciones, la AID plantea una transición de gobierno retardada o imprevista, en cuyo caso, el plan incluye acciones concretas para continuar el plan subversivo hasta que se logre el objetivo de expulsar del poder a los sandinistas.



A pesar de la cantidad de dinero que ha recibido la oposición en Nicaragua (por lo menos 31 millones de dólares entre 2017 y 2020) por parte de Estados Unidos, la AID admite que no los opositores no han logrado la unidad en torno a un partido político o candidato.

Con frecuencia surgen conflictos entre los grupos campesinos y el resto de la oposición, y los estudiantes a menudo desconfían de los líderes empresariales", afirma la Agencia Internacional para la Cooperación en el plan intervencionista en Nicaragua.

También pide a la empresa que eventualmente se haga cargo del plan, que contemple cambios abruptos en los escenarios previstos y tener la capacidad de responder rápidamente a las nuevas demandas para instalar un nuevo gobierno.



En el plan golpista se menciona que si la OEA decide volver a presionar sobre la reforma electoral, será un importante punto de presión internacional, aunque saben que el gobierno sandinista tiene la capacidad de resistir este tipo de acciones injerencistas.

"La oposición puede negarse a participar, o aceptar participar en desventaja, creyendo que aún puede ganar. También es posible que el gobierno permanezca en el poder luego de reformas electorales y elecciones justas", refiere parte del documento.

Bajo este tipo de situación, la Agencia debe estar preparada para responder de manera inmediata para encaminar a la sociedad civil a implementar acciones que desestabilicen el país.

"Por otro lado, una transición demorada puede requerir un mayor énfasis en la investigación y planificación para USAID y para el liderazgo de la sociedad civil, con tipos discretos de actividades de asistencia técnica, si es necesario para mantener su impulso o apoyar su capacidad para promover la transición en el futuro", reseña el plan golpista.

USAID financiará actividades para desestabilizar el país, haciendo uso de socios locales, análisis de la opinión pública y monitoreo de las redes sociales.

En el documento se detalla también la participación de la embajada de Estados Unidos en Managua, la que se encargará de ejecutar una serie de acciones diplomáticas como la creación de una comisión para legitimar un nuevo gobierno impuesto por un golpe de estado.



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