La mayoría de los participantes aún sobrevivientes del asalto guerrillero a la casa del somocista José María “Chema” Castillo en un exclusivo residencial de Managua, el 27 de diciembre de 1974, han valorado la importancia histórica, abundando en detalles críticos y anecdóticos y sobre todo, nos han dado valiosas conclusiones acerca de ese crucial operativo -tipo comando militar- del FSLN.
Por Edelberto Matus.
De esos testimonios en primera persona vertidos en libros, entrevistas, discursos y conversatorios podemos inferir algunas CONCLUSIONES INICIALES:
1.- El operativo respondió a una necesidad objetiva del FSLN, urgido de romper el auto-impuesto silencio de su accionar militar, luego de poderosos y dolorosos golpes recibidos por parte del enemigo.
2.- Apremiaba una operación de esta envergadura (de impacto mediático y político, a nivel nacional e internacional) para romper la iniciativa estratégica de la GN y la inteligencia somocista, moralizar a la militancia y cohesionar a la dirigencia cuya unidad empezaba a agrietarse.
3.- Rescatar de las ergástulas de la dictadura somocista a importantísimos cuadros de dirección para reforzar a la organización, en momentos de gran vulnerabilidad ante la caída en combate de líderes sandinistas de primera línea.
4.- Balancear el peso de las acciones de la ciudad y la montaña.
TRES DETALLES DE RELEVANCIA:
En la etapa de conceptualización del operativo, participaron casi todos los miembros de la DN del FSLN, incluyendo al comandante Carlos Fonseca (Secretario general), el comandante Pedro Arauz y desde la cárcel, los comandante Daniel Ortega y José Benito Escobar, quienes lo aprobaron. El comandante Tomas Borge, jugó un rol preponderante en este operativo, al dirigir el riguroso entrenamiento de los combatientes y escribir ( en colaboración con Henry Ruiz desde la BPU) las proclamas del FSLN difundidas por los medios nacionales. La realización en todas sus etapas de esta operación de asalto guerrillero, aunque en absoluto secreto, contó con un considerable número de colaboradores, aparte del comando mismo.
Para su ejecución fueron escogidos militantes sandinistas, tanto con experiencia guerrillera en la montaña, como de la resistencia urbana y jóvenes con entrenamiento en campamentos de la OLP, organización, por entonces especializada en golpes de mano espectaculares y eficientes. Además de conjuntar experiencia y juventud, de manera sutil, también se mezclaron las diferentes concepciones tácticas y estratégicas que ya para entonces empezaban a manifestar algunos organizadores y miembros del comando y que a la postre, daría inicio a la división en tendencias del FSLN.
Una tercera parte de los miembros del comando fueron compañeras (cinco en total, aunque en la acción participaron sólo tres), un elemento de gran importancia, que patentizaba la enorme trascendencia que el FSLN le daba ya entonces a la participación de la mujer en la lucha revolucionaria.
RESULTADOS MÁS IMPORTANTES:
1-La humillación y descrédito nacional e internacional de la dictadura somocista y su guardia nacional y consolidación de la imagen internacional del FSLN como fuerza combatiente y guerrillera revolucionaria contra la dictadura militar somocista.
2.-La liberación de importantes cuadros de dirección del FSLN.
3.-Mayor comprensión de la población nicaragüense de la lucha revolucionaria y sus objetivos mínimos y máximos del FSLN, rompiendo el cerco informativo y calumnioso por parte de los medios del régimen somocista. Un gran segmento del pueblo nicaragüense manifestó su simpatía por el sandinismo. Admiración y cariño iniciados con la heróica caída en combate del comandante Julio Buitrago en 1969.
4.-Enorme júbilo y efecto moralizador entre toda la militancia sandinista, principalmente entre sus guerrilleros en la montaña y clandestinos urbanos, pero también entre sus redes de colaboradores.
5.-El éxito del asalto repercutió en apoyo (en diferentes formas) a la lucha sandinista por parte de algunos gobiernos, organizaciones y personalidades de la política internacional.
6.-El FSLN dió un salto cualitativo desde el punto de vista táctico y organizativo, que ayudaría posteriormente a la planificación y ejecución de otros medianos y grandes que aportaron a la acercar la victoria contra la dictadura somocista.
Desde su fundación, el FSLN además de su accionar guerrillero en las montañas, ejecutó en las ciudades de Nicaragua un gran número de operativos de recuperación económica y armas, además de algunas acciones de aniquilamiento de enemigos sin embargo, ninguno tuvo la repercusión y éxito del asalto a la casa de Chema Castillo en diciembre del 74.
En realidad, una operación casi perfecta en su ejecución y resultados. Con poco y viejo armamento, apoyo limitado y escasa información del objetivo concreto (y por tanto de la situación operativa y de las rutas de escape) el comando sandinista realizó impecablemente el asalto, con mínimos inconvenientes causados por la imprudencia fatal (a causa de su borrachera) del anfitrión de la fiesta (el propio Chema Castillo), un herido leve por parte del comando y la impericia o parcialidad inicial del mediador (el entonces obispo Miguel Obando) que inclusive (según algunos testimonios) no quiso incluir, en la lista de reos sandinistas a liberar, al compañero René Núñez Téllez.
Entrenados con un esquema móvil, reajustable y polifacético en cuanto al blanco, escenarios y tiempo de la operación, pero dispuestos, motivados y con una moral inmensa, los miembros y jefes del comando sólo esperaban la orden para actuar. Y actuaron con la precisión de un reloj, ejecutando con tan pocos recursos y tiempo uno de los más exitosos asaltos guerrilleros a un objetivo urbano (preservando la vida de los rehenes, sin sufrir ninguna baja mortal y consiguiendo la mayoría de sus objetivos) de la historia de América Latina.
Este exitoso operativo, cuyos participantes se convertirían en importantes dirigentes, en héroes del pueblo y algunos, desafortunadamente, en mártires de la lucha sandinista por la liberación de Nicaragua, sería el más grande y último operativo del FSLN (hasta antes de su división en tendencias), pero también sería la inspiración para que algunos años después, ya en el período insurreccional, la vanguardia revolucionaria del pueblo nicaragüense volviera a encontrar los caminos de la unidad.
