«Sandino Vive» resuena en Naciones Unidas


Una tarde de este día, victoriosos. Estamos en septiembre, victoriosos en este mes de gloria y triunfo de la Patria bendita, de la Patria de todos, de la Patria buena, cristiana, de fe, de familia, de comunidad. Patria, de valores, de valor, de dignidad y bien común.

Por Rosario Murillo (*), Vicepresidenta de Nicaragua.

26 de septiembre es el Día del Maíz que no sólo es gastronomía es identidad, es cultura, es carácter. El maíz: ahí está nuestra raíz de empeños, de afanes, de trabajo, honroso, dedicado. Ahí está nuestra raíz cultural de familia que comparte, que sabe convivir, que valora la paz. Nuestra raíz de fe, de confianza en Dios, nuestros buenos sentimientos, nuestras buenos corazones en esa mazorca de maíz que no es sólo alimento para el cuerpo, sino también nutrición para el alma, que viene del alma porque viene de lejos, porque es raíz, país, cultura, pueblos originarios, comunidades, maneras y modelos, maneras de vivir y de ser.

Al celebrar el día del maíz estamos celebrándonos todos y celebrando nuestra idiosincrasia, nuestra valentía, nuestro modo de vida que es nuestro, soberano, que nos pertenece, que nadie puede venir a cambiar. Celebramos nuestros modelos que son nuestros, soberanos, victoriosos y que nadie puede atreverse a cambiar.

Y lo hemos dicho hoy en Naciones Unidas donde vibró en grande el espíritu, el gran espíritu nicaragüense por gracia de Dios. Ahí estuvo Sandino hablando, reclamando, exigiendo –como decía él– el respeto a cada uno y a todos. Exigiendo el respeto a nuestra tierra sagrada, exigiendo que se reconozca a Nicaragua el mérito que tiene –que tenemos– y los derechos que tenemos.

Y luego también el derecho a la reparación y a la no repetición, porque a lo largo de nuestras vidas hemos conocido las aventuras criminales del imperio. Hemos conocido y vivido en nuestro propio suelo y en nuestra propia carne, todos sus apetitos codiciosos, maléficos. Los hemos conocido y vivido en carne propia.

Cuando habla Nicaragua no está hablando enciclopédicamente, no está hablando de filosofía únicamente, aunque sí hacemos filosofía de vida y derechos.

Hemos hablado de vida vivida y estamos hablando de cómo, en cada momento de agresión, hemos habido enfrentar con fuerza espiritual infinita, todos los desafíos y trascenderlos e ir adelante porque no conocemos la palabra rendición: “ni nos vendemos, ni nos rendimos jamás”.

Somos hijos de Darío, somos hijos de Sandino, somos hijos del general Benjamín Zeledón de Andrés, de José Dolores; somos hijos de Carlos, de Tomás, somos Daniel librando todas las batallas.

Somos hijos de Dios. Y el Padre celestial camina con nosotros, nos guía porque nosotros vemos a Dios –como aprendimos en el catecismo– en el cielo, en la tierra y en todo lugar camina con nosotros, librando las mejores batallas, las batallas de Patria y Libertad, de Patria Libre, de Patria bendecida. Las batallas necesarias, indispensables, porque son batallas de dignidad y decoro nacional y de derechos.

Nos hemos sentido profundamente orgullosos hoy, cuando resonó el “Sandino Vive” y el sandinismo fuerte en esa Asamblea General de las Naciones Unidas, donde dejamos claro que “Siempre Más Allá” es nuestro camino y que siempre promovemos el amor como fuente de todo poder y el amor a Nicaragua y el amor entre nosotros y el amor a la paz, porque tenemos Patria y tenemos paz y tenemos entonces porvenir de dignidad nacional, porvenir brillante, creado por todos juntos, todos juntos porque así es como vamos adelante.

Unidad con Venezuela

Y hoy, 26 de septiembre, queremos saludar también con toda nuestra fraternidad, nuestro espíritu fraternal, nuestra común unidad al pueblo bolivariano de Venezuela, Nicolás, a toda la familia venezolana en sus luchas actuales en esos reclamos históricos que tienen tanto parecido con los nuestros en relación a cómo los imperios pretendieron o lograron dividirse el mundo para ellos sin tomar en cuenta a nosotros los originarios, los pueblos que somos los dueños de nuestras tierras sagradas.

Tanto se parece esa historia y tanto hemos defendido el derecho a reclamar como nuestro lo nuestro y en ese sentido queremos expresar de parte nuestro Presidente el Comandante Daniel, de nuestro pueblo, de las familias nicaragüenses, a los hermanos venezolanos con ese Chávez vivo que también hicimos potente en la Asamblea General de Naciones Unidas.

Asegurarle a Nicolás, a todos los compañeros allá, a los hermanos de bien, de sangre, de luz, que estamos juntos en todas las batallas, en todos los combates, en todas las victorias y en todas, en todo tiempo, en toda circunstancia para defender la paz, la justicia, la verdad verdadera, expresión del Comandante Eterno, para defender juntos esta América nuestra, esta Patria grande en libertad, dignidad, fraternidad y en derechos.

Un pueblo aprendido

Rendimos homenaje al 13 de octubre de 1977, cuando fuimos adelante, allá en Las Segovias, allá en nuestros Río San Juan y logramos desatar la Ofensiva Final, la ofensiva insurreccional que nos llevó al derrocamiento de la dictadura somocista y al establecimiento de todas las libertades y la democracia en esta Nicaragua. La verdadera democracia que es protagonismo del pueblo, “El Pueblo Presidente”, y las familias atendidas en todos sus derechos.

Ahí es cuando nos impusieron esa terrible guerra contrarrevolucionaria, revanchista, porque estábamos avanzando en paz y derechos, en paz y desarrollo, en paz y justicia, liberándonos y nos imponen otra vez la criminalidad, la agresión como quisieron hacerlo en abril de 2018.

Somos un pueblo aprendido, somos un pueblo también con mucho sentido de verdad, de realidad, de humildad y sabemos que todo tiempo tiene su forma, todo afán todo tiempo tiene su lenguaje y en tiempos de paz vamos adelante todo juntos.

En tiempos de desafío a la paz, se defiende la paz y lo que hemos hecho y lo que Dios mediante seguimos haciendo, trabajando duro para alcanzar esa prosperidad común.

Un abrazo grande a la familia productora de maíz que es nuestra raíz; un abrazo grande a la familia que trabaja en la gastronomía del maíz; un abrazo grande a todos los que nos sentimos identificados con esa raíz vital, vigorosa de pueblos originarios, de pueblos que sabemos reconocer de dónde venimos, cómo hemos caminado, con qué fuerza hemos caminado que es la fuerza del espíritu, del alma, del corazón y cómo vamos adelante creando el porvenir de todos.

Un abrazo de nuestro comandante Daniel y vamos adelante compañeros, compañeras, Siempre Más Allá. No lo olvidemos: siempre se puede caminar, avanzar, aprender. Siempre Más Allá y es nuestro al porvenir.

(*) Extractos de su intervención telefónica en el Canal 4 de Televisión, el 26 de septiembre de 2023

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