Hace siete años que el Comandante Fidel Castro nos dejó, eso dicen, pero lo cierto es que no hay un solo día que cualquier acontecimiento mundial tenga sus palabras por delante, y es que Fidel ve y sabe desde hace muchos años el valor de la vida y el desarrollo de causa.
Por Ramón Pedregal Casanova
El 5 de agosto de 2014 publicó un artículo sobre la barbarie cometida por el ente sionazi en Gaza por aquellas fechas y ahí puede leer la siguiente reflexión:
El genocidio de los nazis contra los judíos cosechó el odio de todos los pueblos de la tierra. ¿Por qué cree el gobierno de ese país que el mundo será insensible a este macabro genocidio que hoy se está cometiendo contra el pueblo palestino? ¿Acaso se espera que ignore cuánto hay de complicidad por parte del imperio norteamericano en esta desvergonzada masacre?
En el mismo artículo comenta otros asuntos de actualidad, y, como cada palabra de Fidel tiene un peso histórico, no podemos más que volver a aquellas palabras con las que tituló su declaración ante el tribunal que le juzgaba por el asalto al Cuartel Moncada, palabras traídas del futuro: La Historia me absolverá.
En esa misma declaración hablaba de sus compañeros caídos, palabras que ponen sello a quienes nunca mueren aunque los imperialistas les quiten la vida: Para mis compañeros muertos no clamo venganza. Como sus vidas no tenían precio, no podrían pagarlas con las suyas todos los criminales juntos. No es con sangre como pueden pagarse las vidas de los jóvenes que mueren por el bien de un pueblo; la felicidad de ese pueblo es el único precio digno que pueden pagarse por ellas.
Cuántas veces las palabras de Fidel me llevan a lo mejor del ser humano, a lo más respetable, y a ver, consiguientemente, al enemigo de lo que lo representa.
Fidel parece que se ha replicado en otros tantos revolucionarios, de firmeza irreductible, con las particularidades de las naciones que dirigen, personalidades representativas de la voluntad de sus pueblos en lucha, Presidente Daniel Ortega y Vicepresidenta Rosario Murillo, por Nicaragua; Presidente Nicolás Maduro, por Venezuela; Presidente Miguel Díaz Canel, por Cuba, tres ejemplos de países antiimperialistas agredidos desde tiempos inmemoriales por los ladrones que recorren el mundo robando, por los mismos a los que derrotó Fidel, los mismos que como él defienden al pueblo palestino ante el mundo y denuncian a la entidad colonial.
Debido a la matanza de los terroristas, de los ocupantes de Palestina desde el día 7 de octubre para acá se han sumado a la denuncia otros tantos gobernantes, pero si hacen falta todos los del mundo, también es cierto que entre los que se van sumando hay algunos que lo hacen manteniendo equívocos. No son lo mismo los colonialistas que aquellos que sufren el colonialismo; no son lo mismo los que llevan 76 años oprimiendo que los que llevan esos 76 años oprimidos.
Pero el día en que Fidel nos habla de cerca, también hay palabras verdaderas para él dirigidas por el Presidente Daniel y la vicepresidenta Rosario. Son parte de la carta que le envían: caminando su legado de cultura, de dignidad, fraternidad, solidaridad, como perfecto humanismo, aquí estamos, con la frente en alto y el pecho encendido en las sagradas llamaradas de una revolución que evoluciona y triunfa, como triunfamos los pueblos, combatiendo a los imperios, los colonialismos y neocolonialismos, en nombre de todos los imperdonablemente masacrados y humillados, que nos levantamos para seguir andando, en fuerza de patriotismo inclaudicable. Unidos, con su fortaleza, Fidel, creamos más y más futuro, trascendiendo siempre el odio, la maldad, y el guerrerismo sacrílego y degradante de los imperialistas de la tierra. Usted Fidel, Cuba y su pueblo, sus líderes, Raúl, Miguel, todos juntos, vemos Siempre Más Allá, en creación permanente de sublimes horizontes, hacia ese porvenir que por derecho nos pertenece a quienes como usted creemos en el ser humano, y creamos los nuevos y victoriosos tiempos.
Maestro Fidel, internacionalista, por el que Daniel Ortega preguntó en La Habana a la multitud que abarrotaba la Plaza de la Revolución; ¿Dónde está Fidel? Y la multitud respondía “¡Aquí!”, y volvía a preguntar ¿Dónde está Fidel? Y volvía el estruendoso “¡Aquí!”, por tercera vez preguntó el Presidente Daniel Ortega: ¿Dónde está Fidel? La respuesta de los miles y miles de cubanos fue “¡Yo soy fidel! ¡Yo soy fidel! ¡Yo soy fidel!”.
También escuché al Presidente Chávez, de Venezuela, decir la broma de que cuando nació, él ya sabía que Fidel existía. Y a su vez, siguiendo la broma, Fidel declaró que cuando nació Chávez, él lo intuyó. Los tres genios revolucionarios defienden a la Resistencia Palestina frente al colonialismo sionista, los tres dan ejemplo a los representantes de los demás países.
Pocas personas están más presentes en la Historia del mundo en general, y de las revoluciones sociales antiimperialistas en particular, que el Presidente Fidel, defensor de Gaza, defensor de Palestina.
