Nicaragua logró un equilibrio en los motores de crecimiento de su economía durante este año, lo que le permitirá enfrentar los desafíos a mediano plazo con “márgenes de maniobra” en 2025, pero con perspectivas vulnerables ante los riesgos geopolíticos.
Por Marcela Rivera, Sputnik
El FMI incrementó la proyección de crecimiento de esta nación del 3% al 4%, la más alta del istmo centroamericano, solo igualada por Costa Rica; en un reconocimiento de mejoría de la “media mundial”, como resultado del manejo macroeconómico del Gobierno de Nicaragua, afirmó a Sputnik, el diputado Adolfo Pastrán.
“El Fondo Monetario Internacional acaba de reajustar el PIB proyectado para Nicaragua para este año, a inicios de año [2024] decía que íbamos a crecer 2,5%. Después, a mediados de año, nos reajustan a 3,5 y ahora dicen que vamos a crecer 4%, eso no es porque le caímos bien al Fondo Monetario, esto es producto del buen manejo macroeconómico, buenas políticas fiscales, el crecimiento de diversas actividades económicas”, manifestó Pastrán.
El informe sobre las Perspectivas Económicas Regionales (REO), divulgado el 25 de octubre, plantea que los países de las Américas deben de “recalibrar” las políticas que intervienen en la gestión fiscal para superar el débil crecimiento de la región.
Mayor liquidez
No obstante, las perspectivas de crecimiento para Nicaragua fueron incrementadas tras la participación de este país en la reunión anual del FMI y el Banco Mundial, donde Managua presentó altos indicadores de “capitalización, liquidez y rentabilidad” como resultado de una armonización de los motores que impulsan su desarrollo económico.
“Hay motores de crecimiento muy activos, remesas internacionales, exportaciones en aumento, las importaciones en aumento, la industria en mayor actividad, que significan que hay mayor actividad económica en el país”, agregó Pastrán, legislador del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional.
En este sentido, destacó el auge de la construcción, sector de la economía que colapsó en 2018, cuando un golpe de Estado fallido golpeó este país y provocó pérdidas económicas aproximadas a los 30.000 millones de dólares.
“Hay construcción donde quiera que la vemos y a eso le sumamos el plan de inversión pública con más carretera, más hospitales, más centros de salud en construcción, proyectos de agua potable, de energía eléctrica, que hacen que haya un dinamismo enorme en la economía de Nicaragua, eso hace también que haya mayor recaudación fiscal”, a juicio del legislador.
Crecimiento en expansión
En este escenario, el presidente del Banco Central de Nicaragua, Ovidio Reyes, presentó ante la Asamblea Nacional, un presupuesto de ingresos y egresos para 2025, con un superávit le permitirá mantener una política de subsidios a los servicios de agua, energía, gas, combustible, transporte y vivienda; además de destinar el 64% de su gasto a la reducción de la pobreza, a través de la inversión social.
Así pues, Nicaragua enfrentará el próximo año con un presupuesto superior a los 4.300 millones de dólares, con un superávit equivale al 3% de los ingresos totales y 0,6% del Producto Interno Bruto.
Reyes expuso el martes 29 de octubre ante el plenario del Parlamento que el Gobierno de Nicaragua persigue la consolidación del crecimiento económico en “expansión” por tercer año consecutivo; así como la garantía de los servicios de salud, educación, seguridad ciudadana, defensa y subsidios al ingreso real de los sectores más vulnerables con tarifas bajas.
Economía “supera obstáculos”
“El gran objetivo de la política fiscal es mantener el equilibrio financiero y avanzar en la consolidación fiscal que aseguren la sostenibilidad de las finanzas públicas en el mediano y en el largo plazo, con ello se está contribuyendo al financiamiento sano de los programas y proyectos de inversión social y productiva”, manifestó el titular del ente emisor de Managua.
El funcionario nicaragüense aseveró que estas acciones fomentan una política fiscal de “eficiencia y racionalidad del gasto público”.
En consonancia con las recomendaciones del FMI, Nicaragua persigue priorizar el gasto social, la producción y la inversión en proporción al Producto Interno Bruto (PIB), considerando los riesgos “derivados de choques externos cambio climático y desastres naturales”, que afectan a esta nación, caracterizada por la vulnerabilidad geológica de su territorio.
Para el diputado sandinista, Wálmaro Gutiérrez, la perspectiva financiera de Nicaragua muestra que la administración del presidente Daniel Ortega, ha superado los obstáculos que afectaron la economía de este país en el último quinquenio, entre la violencia política, la pandemia del Covid y el paso de dos huracanes en 2020.
“Llevamos cuatro años consecutivos de crecimiento positivo. Todos los agregados económicos son positivos. Nuestras reservas internacionales van creciendo, nuestro sistema financiero nacional está sólido, nuestros depósitos en córdobas (moneda nacional) y en dólares en el sistema financiero van creciendo, la colocación de cartera de crédito tanto en córdoba como el dólar en el sistema financiero nacional va creciendo”, explicó el diputado Gutiérrez.
“No estamos dando un paso atrás”
El jefe de la Comisión de Producción, Economía y Presupuesto del Parlamento nicaragüense, destacó que su país exhibe el plan de inversiones “más alto” de Centroamérica con un 8,7% del PIB, lo que hace fortalecer la lucha contra la pobreza y la pobreza extrema.
“Porque es fácil demostrar cifras positivas cuando sencillamente desaceleras la inversión, evidentemente cuando desaceleran la inversión te sobran reales (dinero) porque no lo están ejecutando, aquí nosotros estamos ejecutando arriba del 8% del PIB el Plan de Inversiones Públicas para el 2025, vaya y revise al menos a nivel centroamericano, qué país de Centroamérica tiene un plan de inversiones públicas con arriba del 8,7% de su Producto Interno Bruto, solo Nicaragua”, cuestionó el Gutiérrez.
A razón del parlamentario, las prioridades de las finanzas de Nicaragua proyectadas para el 2025, le hacen justicia a las necesidades de este país que ha visto incrementado en un 8,3% el pago de sus impuestos, los que se “revierten” en la población, a través de Plan Nacional de lucha contra la pobreza y para el desarrollo humano.
“Eso con la importancia capital de que nosotros no estamos dando un paso atrás en el combate a la pobreza. Nosotros, incluso en los momentos más difíciles, nunca dejamos de hacer el hospital que nos comprometimos hacer con los nicaragüenses. Nicaragua está cerrando al menos con el 4% de crecimiento, por lo tanto, creemos que este presupuesto viene a consolidar y a fortalecer la gestión del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional en su combate con el único enemigo que podemos tener las y los nicaragüenses que es la pobreza y la pobreza extrema”, acotó el diputado.
Nicaragua mantiene por tercer año consecutivo un superávit en su presupuesto anual, incrementado por las recaudaciones fiscales que son estimuladas por el alza del comercio, las exportaciones, remesas, inversiones extranjeras y las importaciones, entre otros motores de la economía.
La inflación, generada por las crisis geopolíticas vinculadas a la inestabilidad de los precios internacionales de los derivados del petróleo y los alimentos, impactaron en 2023 de manera tal que el fenómeno superó en dos dígitos la proyección inflacionaria; sin embargo, para el cierre de este año y para 2025, se estima en un promedio de 3,5 y 4%.