La delegación de la República de Nicaragua ante las Naciones Unidas
participó este lunes en una sesión especial de la Asamblea General,
dedicada exclusivamente a considerar, debatir y denunciar los impactos
negativos de la imposición ilegal de las medidas coercitivas
unilaterales contra Estados soberanos.
Naciones Unidas, Nueva York. Consejo de Comunicación y Ciudadanía
En representación del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional
(GRUN), el Embajador y Representante Permanente de Nicaragua ante las
Naciones Unidas, Jaime Hermida Castillo, reafirmó la firme condena de
Nicaragua a las medidas coercitivas unilaterales, calificándolas como
herramientas de guerra económica utilizadas para imponer sumisión
política, socavar la independencia y frenar el desarrollo de los
pueblos.
Hermida denunció que estas medidas coercitivas, muchas de carácter
extraterritorial, constituyen una violación flagrante del derecho
internacional y de principios fundamentales como la soberanía, la no
intervención y la igualdad jurídica entre los Estados.
“Las medidas coercitivas matan como las balas. Matan a niños que no
reciben tratamiento, a mujeres que no acceden a medicinas, a familias
que no pueden alimentarse. Son una forma moderna de guerra silenciosa,
de exterminio indirecto que incrementa la pobreza”, expresó.
Manifestó que Estados Unidos, con el respaldo de la Unión Europea y
otras potencias, ha convertido las sanciones en una herramienta
sistemática de su política exterior, utilizada para forzar cambios de
gobierno, desestabilizar economías, interferir en asuntos internos y
quebrar la voluntad soberana de los Pueblos.
Asimismo, destacó que más de 30 países enfrentan algún tipo de
sanción, lo que ha privado a millones de personas del acceso a
alimentos, medicinas, tecnología, combustible y financiamiento, como
resultado de estas políticas crueles e inhumanas.
En su declaración, también denunció la hipocresía de ciertos actores
que, mientras insisten en imponer medidas coercitivas unilaterales
contra Estados soberanos bajo pretextos políticos egoístas, guardan
silencio o actúan con complicidad ante las violaciones masivas de
derechos humanos y el genocidio permanente contra el pueblo palestino.
Hermida, expresó la solidaridad militante de Nicaragua con todos los
gobiernos y pueblos que resisten estas medidas criminales, destinadas a
provocar pobreza y terror, y
Finalmente dijo que mientras algunos promueven guerras, bloqueos e
injerencias, Nicaragua seguirá levantando su voz por la paz, la justicia
social y la verdadera hermandad entre los Pueblos del mundo.
La reunión contó con las intervenciones de Yván Gil, Ministro de
Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela; así
como, de representantes de Uganda, en nombre del Movimiento de Países No
Alineados (NOAL); de Irak, en representación del Grupo G77+China; de
Zimbabue, en nombre de la Comunidad de África Meridional para el
Desarrollo (SADC); de Malasia, por la Asociación de Naciones del Sudeste
Asiático (ASEAN); de Gabón, por el Grupo Africano; y de delegaciones de
Nicaragua, Rusia, China, Irán, Cuba Belarús, Eritrea, Guinea
Ecuatorial, República Popular Democrática de Corea, Sudáfrica, entre
otros Estados.
Palabras de Nicaragua
Debate sobre: Eliminación de las Medidas Coercitivas Unilaterales
Extraterritoriales como Instrumento de Coacción Política y Económica
Asamblea General
Naciones Unidas, Nueva York
Lunes, 16 de Junio de 2025
Señor Presidente,
Señores Representantes y Delegados de los Países Miembros de la ONU.
Nicaragua se asocia a los discursos pronunciados por Irak, en nombre
del Grupo G77+China, de Uganda en nombre del Movimiento de Países No
Alineados y de Venezuela, en nombre del Grupo de Amigos en Defensa de la
Carta de las Naciones Unidas.
Reafirmamos nuestra condena firme a las sanciones unilaterales,
armas de guerra económica utilizadas para tratar de imponer sumisión
política, socavar la independencia y desarrollo de los pueblos.
Estas medidas coercitivas unilaterales, muchas de ellas con carácter
extraterritorial, constituyen una violación flagrante del derecho
internacional, de los principios de soberanía, no intervención e
igualdad jurídica de los Estados, representan una forma de colonialismo,
cubiertas en discursos falsos de derechos humanos y democracia.
Desde el año 1983, esta Asamblea ha venido reconociendo el carácter
lesivo de estas medidas. Sin embargo, 40 años después, continúan
aplicándose con impunidad e imponiéndose por dominación, por intereses
económicos y geoestratégicos.
Estados Unidos, con el respaldo de la Unión Europea y otras
potencias, ha convertido la imposición de sanciones en una herramienta
sistemática de política exterior. Se trata de una maquinaria de
coacción, castigo y chantaje, utilizada para forzar cambios de gobierno,
desestabilizar economías, interferir en asuntos internos y quebrantar
la voluntad de los pueblos.
Se ha documentado que más de un tercio de la humanidad es hoy
víctima directa o indirecta de estas medidas. Mas de 30 países enfrentan
sanciones de una u otra forma. Son millones las personas privadas de
alimentos, medicinas, equipos médicos, tecnología, combustibles o
financiamiento, debido a estas prácticas crueles e inhumanas.
En Nicaragua, hemos sido objeto de leyes extraterritoriales como la
infame “Nica Act” y la llamada “Ley RENACER”. A través de estas
normativas, se intenta bloquear el acceso de nuestro país a recursos
financieros, obstaculizar nuestra cooperación internacional, y paralizar
nuestras instituciones mediante amenazas a funcionarios públicos. Todo
ello, con el único fin de estrangular nuestra economía y castigar a
nuestro pueblo, que no se rinde, ni se vende.
Señor Presidente,
En Nicaragua, pese a esta ofensiva imperial, hemos seguido
construyendo un modelo basado en justicia social, solidaridad, inclusión
y soberanía. Hemos garantizado salud gratuita, educación para tod@s,
programas sociales, seguridad ciudadana, y crecimiento económico
sostenido. Y lo hemos hecho sin someternos a chantajes, porque, ante
todo, tenemos Dignidad.
Nuestro país ha sido reconocido por organismos internacionales por
la transparencia en el manejo de recursos, la efectividad de nuestros
programas y los avances en la lucha contra el crimen organizado, el
narcotráfico y el lavado de activos. ¿Qué sentido tiene entonces
hostigar a un país que trabaja por la estabilidad y la paz?
Las medidas coercitivas matan como las balas. Matan a niños que no
reciben tratamiento, a mujeres que no acceden a medicinas, a familias
que no pueden alimentarse. Son una forma moderna de guerra silenciosa,
de exterminio indirecto que incrementa la pobreza.
La intención de destruir -en todo o en parte- a los Pueblos Libres y
Dignos, privándoles de sus medios de vida, salud, alimentación y
desarrollo, es un crimen de lesa humanidad.
Señor Presidente,
Es muy revelador que, mientras algunos actores insisten en aplicar
sus medidas coercitivas unilaterales contra Estados soberanos bajo
pretextos egoístas políticos, guarden absoluto silencio o continúen
actuando con complicidad ante las violaciones masivas de derechos
humanos y el genocidio permanente del pueblo palestino.
La inacción de los mecanismos internacionales frente a los
bombardeos indiscriminados, el desplazamiento forzado y el castigo
colectivo en Gaza, pone en evidencia la doble moral de los países
occidentales que debilita el sistema multilateral.
No es suficiente condenar. Se requiere actuar. Esta Asamblea no
puede seguir siendo testigo silencioso de crímenes que arruinan vidas,
bloquean el desarrollo, y violan todos los principios del derecho
internacional.
Nicaragua reitera su compromiso y defensa con la Carta de las
Naciones Unidas, con el Derecho Internacional, con la cooperación
solidaria y en la consolidación del orden mundial multipolar, justo,
equitativo y respetuoso de la soberanía de los pueblos.
Nuestra solidaridad militante con todos los gobiernos y pueblos que
luchan contra estas criminales medidas coercitivas unilaterales
destinadas a provocar la pobreza el terror en los pueblos que sufren los
impactos de estas medidas terroristas.
Mientras algunos continúen promoviendo la amenaza y el uso de la
fuerza, la injerencia, los bloqueos y las guerras, Nicaragua siempre
seguirá levantando su voz por la paz, el respeto mutuo, la soberanía y
autodeterminación, la justicia social, y ante todo, la verdadera
hermandad entre los pueblos del mundo.
Muchas gracias.