Los nicaragüenses celebran este 17 de julio 46 años del Día de la Alegría, cuando el dictador Anastasio Somoza Debayle huyó del país, ante la ofensiva guerrillera del Frente Sandinista, que buscaba acabar con la dictadura militar.
Por Radio La Primerísima
En el año de 1974 el FSLN inició una fase de confrontación armada abierta que culminó con la caída del régimen de la familia Somoza.
Somoza salió despavorido en compañía de su familia y algunos de sus más fervientes allegados. Este se convertiría en un capítulo histórico para el pueblo liderado por el Frente Sandinista.
El 16 de julio, el dictador decide huir con destino a Estados Unidos, sin embargo, Jimmy Carter, presidente norteamericano, le niega el asilo. Ante este escenario, terminaría abandonando Nicaragua en avión, la madrugada del 17 de julio de 1979, siendo recibido en Paraguay por el dictador Alfredo Stroessner.
Y como parte de un clamor popular, en la mañana del 17 de julio toda Nicaragua se llenaba de rostros de felicidad y vitoreo, finalmente se había esfumado el dictador y opresor de la nación junto a su estirpe; en todas partes, de manera desmedida, se esparcía la alegría.
El exguerrillero Antonio Benavides “Rafael”, quien protagonizó la icónica patada a un cuadro con la imagen de Anastasio Somoza, relató el regocijó que significó para los nicaragüenses, la huida del dictador.
La patada al cuadro de Somoza fue, “podríamos decir una escena icónica importante, emblemática, sentimos todos los nicaragüenses que esa patada que le dimos varios compañeros, no solo yo, era la patada definitiva, que se iba el jefe de la dictadura militar somocista de Nicaragua, el 17 de julio, que es el Día de la Alegría nacional”, recordó en una entrevista años atrás.
Desde ese día, los nicaragüenses realizan cada 17 julio, diversas actividades para celebrar la huida del dictador Anastasio Somoza.