Ciclo agrícola con balance positivo


Miguel Obando, codirector del Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), compartió con INFORME PASTRÁN un balance positivo sobre el ciclo agrícola de primera en Nicaragua, destacando la producción de alimentos básicos como maíz, frijol y arroz, que garantizan la seguridad alimentaria del país. A pesar de las variaciones climáticas, el panorama es alentador para los pequeños y medianos productores.

Por Informe Pastrán 

Obando informó que las cosechas de frijol ya están finalizando, mientras que el maíz, con un ciclo vegetativo más largo, se espera para septiembre.

“Por donde vayas, hay elotes por todos lados”, destacó, señalando la abundancia en los mercados. Aunque el invierno no fue tan favorable como se esperaba, las condiciones climáticas neutras, sin fenómenos como El Niño o La Niña, han permitido un desarrollo agrícola estable.

En la Costa Caribe, donde predomina el trópico húmedo, las lluvias han sido más intensas, beneficiando cultivos como maíz y arroz, aunque el frijol es menos común en esta región.

En el trópico seco, como el Pacífico, el déficit hídrico afectó ligeramente el llenado de granos en frijol y maíz, pero no hubo pérdidas significativas. “No son pérdidas que digamos ‘perdimos la costilla’”, afirmó Obando, subrayando que los alimentos básicos, como el gallo pinto, están asegurados…

El INTA ha implementado estrategias para enfrentar los desafíos del cambio climático, promoviendo semillas mejoradas y variedades resistentes a déficits hídricos o exceso de humedad. En Managua, por ejemplo, los productores optaron por semillas criollas adaptadas a las condiciones locales, logrando buenos resultados… Además, el INTA acompaña a los productores con parcelas demostrativas, como las 260 establecidas en Matagalpa y Jinotega, que muestran un buen estado fitosanitario a pesar de plagas como el sinfílido y la gallina ciega.

En el sector ganadero, Nicaragua mantiene su posición como el mayor productor de Centroamérica, con cerca de seis millones de cabezas de ganado. La carne de pastoreo, valorada por su sabor, ha atraído interés de mercados como México, Honduras y Guatemala.

Obando destacó el uso de pastos de corte y la mejora genética en porcinos, que han elevado la producción de carne de cerdo a 36 millones de libras anuales. La diversificación también incluye cultivos como café y cacao. El INTA ha establecido tres centros especializados en café en La Dalia, Dipilto y San Fernando, impulsando la calidad que ha posicionado a Nicaragua en certámenes internacionales como la Taza de la Excelencia, donde un quintal de café llegó a venderse por 10,800 dólares.

Las proyecciones para el cierre del 2025 son optimistas. El ciclo de postrera y apante, especialmente en la Costa Caribe y zonas húmedas como Matagalpa y Jinotega, se espera que mantenga la producción de alimentos. Cultivos como plátano, raíces y tubérculos también muestran un crecimiento, con el plátano consolidándose como un producto de exportación.

El INTA, con 37 centros y fincas a nivel nacional, continúa brindando asistencia técnica a miles de productores, fortaleciendo la resiliencia ante las variaciones climáticas y asegurando incrementos en la producción de carne, leche y otros productos.

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